La nueva autorización de la Comisión Europea prorroga el régimen de ayudas actual y amplía su ámbito de aplicación, puesto que antes sólo podían beneficiarse las zonas en las que se producían pérdidas de capacidad y de empleo de las empresas del sector público estatal, mientras que ahora se incorporan también las zonas con los mismos efectos producidos por empresas privadas.

La prórroga, notificada al Gobierno español a través de una carta de la comisaria de la Competencia, Neelie Kroes, especifica que serán beneficiarios del nuevo régimen de ayudas las empresas y asociaciones de empresas industriales que inviertan en la creación de tejido productivo en las zonas 1 (PIB por habitante inferior a la media comunitaria) y 2 (aquéllas con problemas de ajuste de capacidades y pérdida de empleo).

Las ayudas se concederán bajo la fórmula de subvenciones a fondo perdido y fundamentalmente como préstamos reembolsables, libres de interés, con un período de carencia de 5 años y una duración máxima de 10 años. El montante máximo de los préstamos tendrá como límite el 50% del presupuesto financiable de la actuación.

El nuevo régimen deberá respetar las normas comunitarias sobre acumulación de ayudas y las autoridades españolas presentarán a la Comisión un informe anual sobre su aplicación.