"Mi principal motivación al emprender esta aventura era que no me gustaba mucho llevar efectivo y que prefería las tarjetas de pago, que me parecen más seguras que las monedas o billetes, que puedes perder o que te pueden robar con más facilidad", afirma Allan, según informa Visa.

Este joven británico afirma que pretende demostrar que "es posible vivir una vida sin efectivo" y "sólo es cuestión de tiempo que todos vivamos así".

Según relata Allan, "cuando empecé con esto no estaba seguro de si sería posible vivir sin efectivo durante todo un año, pero está resultando mucho más fácil de lo que imaginaba".

Aunque continúa teniendo problemas en algunas tiendas pequeñas y autobuses, en la mayoría de los establecimientos ya es posible pagar con tarjeta de crédito.

Allan, que cuenta su experiencia en un blog personal, afirma que "me he dado cuenta de que no llevando efectivo encima he realizado muchas menos compras por impulso y me he vuelto más conservador con el dinero. No sé si seré capaz de volver a usar efectivo de nuevo".