Según informaron las dos empresas, la operación se instrumentará mediante la emisión por parte de National Express de 13,5 millones de nuevas acciones, representativas del 9,9% de su actual capital social, que pasarán a propiedad de los accionistas de Alsa, así como de un pago en efectivo estimado en 217 millones de euros.

Además, el grupo británico asumirá una deuda estimada en 289 millones de euros. De este acuerdo quedan excluidas las actividades del operador español en Asia y Latinoamérica, que permanecerán en manos de los actuales accionistas de la empresa española.

No obstante, esta operación está sujeta todavía al visto bueno que debe dar el Servicio de Defensa de la Competencia español.

En virtud de este acuerdo, los accionistas de Alsa han manifestado su intención de aumentar su participación en National Express hasta un 15%, en cuyo caso pasaría a ser el mayor accionista de la compañía.

El acuerdo contempla también que los accionistas de Alsa permanecerán un mínimo de dos años en el accionariado de National Express.

Por su parte, el consejero delegado de National Express, Phil White, señaló que "estamos encantados de dar este significativo paso para ampliar la presencia de nuestro grupo en España. La relación con Alsa se ha desarrollado durante muchos años y se basa en el respeto mutuo y en la complementariedad de su gestión y cultura empresarial".

En este sentido se pronunció el presidente de la empresa asturiana, Jorge Cosmen, quien señaló que "se trata de un momento histórico y un paso más en nuestra larga trayectoria en el sector del transporte. Creemos que la integración de las dos empresas creará valor para todos nuestros accionistas, clientes y empleados".