"Lo que hay que hacer es prevenir sin hacer una represión, porque la sana alegría es lógica", dijo Huete, para quien es prioritario evitar que "se deterioren los monumentos histórico-artísticos de Madrid".

Asimismo, Huete indicó que lo que hay que hacer es "querer a la Cibeles y no romperla", pero sin caer en la rampa de impedir que los madrileños festejen en la Plaza de la Cibeles los triunfos de la selección.

Con respecto al mutilado brazo de la estatua indicó que una posibilidad es que "sea imposible encontrarlo porque esté destrozado", por lo que habría que restaurarlo "con las técnicas modernas", en caso de que no se de con él en un plazo de 15 ó 20 días.

Otra posibilidad es que alguién se lo haya apropiado. En este caso, Huete declaró que esa persona tiene que pensar en que es un acto "contra todo adrid y contra toda la historia de España". "El placer de consevar en su casa esa pieza del monumento histórico-artístico no compensa con el daño que está haciendo a Madrid", agregó.

La tradición de festejar los éxitos futbolísticos en la Cibeles comenzó durante el Mundial de México, después de la victoria de España ante Dinamarca, en la que Butragueño marcó cuatro goles. Desde entonces, los hinchas no han parado de visitar la estatua para celebrar los triunfos.

Por otra parte, el diario "La Infomación de Madrid" ofreció hoy 500.000 pesetas de recompensa a quien facilite pistas que permitan dar con el paradero de la mano de la diosa Cibeles.