BOTERO DONARA A MADRID UNA DE LAS ESCULTURAS QUE EXPONE EN EL PASEO DE RECOLETOS

MADRID
SERVIMEDIA

El artista colombiano Fernando Botero anunció hoy su intención de doar a la ciudad de Madrid una de las 21 esculturas que actualmente se erigen en el Paseo de Recoletos dentro de una muestra que se inaugura oficialmente el jueves y que permanecerá expuesta hasta el 12 de agosto.

"Aún no he decidido cuál de ellas será, porque prefiero dejar pasar unos días y comprobar qué efecto causan en el público", señaló Botero en la presentación del evento, "y me interesa saber cuál tiene más aceptación entre los madrileños.

Lo que sí está confirmado es que el organismo públio de Aeropuertos Nacionales (AENA) ha adquirido tres de estas obras para instalarlas en otras tantas salas de tránsito de pasajeros, en Barajas (Madrid), El Prat (Barcelona) y en Son Sant Joan (Palma de Mallorca), aunque el autor aseguró deconocer el precio pagado.

Angel Montero, responsable de la Caja de Madrid, entidad que ha organizado la muestra, junto con el Ayuntamiento de Madrid y la Galería Marlborough, no desveló el presupuesto del montaje, pero dió a entender que éste rondaría los 40 millone de pesetas.

COLOCACION POLEMICA

Acerca de la polémica colocación de las figuras mirando hacia la calzada, lo que hace más difícil su contemplación, ya que los peatones se ven obligados a invadir el carril-bus, el autor aseguró que "era obligado ponerlas así".

En las seis ciudades por las que ha pasado antes la muestra siempre se ha instalado en el mismo centro de la actividad urbana, en una de las priinmcipales vías neurálgicas, como los Campos Eliseos de París, Park Avenue de Nueva York o la venida Libertadores de Buenos Aires.

"Al principio nos planteamos ponerlas en el centro del paseo peatonal, pero la escasa altura de las copas de los árboles y la reducida anchura del paseo, apenas dos metros más que las bases de algunas de las esculturas, nos convencieron para ponerlas de la forma actual", explicó el artista.

Finalmente, la fórmula empleada para situar las obras es de cara a la calzada, donde se ha acordonado el carril más próximo al bulevar y los peatones deben caminar por el epacio destinado al autobus. Botero opinó que, "aunque ha supuesto una conmoción inicial, estoy seguro de que poco a poco la gente se acostumbrará".

Botero no considera a sus figuras "gordas", sino que cree más bien que son el producto de un énfasis en el volúmen, que está muy unido a la idea primitiva de la escultura, tal y como se entendía en las piezas humanas del arte arcaico y de los primitivos griegos.

SE PUEDEN TOCAR

"Yo no animo a la gente a que toque las esculturas, pero comprendo el imulso de palparlas personalmente, porque es parte del sentimiento escultórico", señaló el artista, quien no teme que el público dañe las obras, porque la suavidad de sus formas las ha preservado de ataques en las seis ciudades por donde han pasado y nadie les ha hecho ni un rasguño.

Para el escultor el eje de la Castellana madrileña tiene un especial significado sentimental, ya que, según confesó, vivió durante un tiempo en una pensión frente al Museo del Prado y también en la calle Almirante, en las poximidades del Café Gijón.

Las esculturas expuestas representan un repaso a la producción de veinte años de Botero, que aseguró que tiene una media de un par de piezas al año, desde "La Mano", que fue la primera que realizó, hasta la "Venus durmiendo", fechada en este mismo año.

(SERVIMEDIA)
10 Mayo 1994
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