En un comunicado, Campos acusa al Gobierno de criminalizar el ocio nocturno de los jóvenes, en concreto el botellón, y de no luchar contra el "garrafón", del que sólo salen perjudicados los consumidores. Por ello, reclama al Gobierno la aprobación de un plan deacción.

En este sentido, demandó medidas disuasorias, y no represoras, para garantizar la seguridad en la calles, más controles sobre la bebida que se dispensa en los bares de copas, la creación de redes comarcales de transporte público y la apertura de centros de planificación familiar de guardia en cada comarca.

Campos considera que el anteproyecto de Ley Antibotellón "se limita a esconder a los jóvenes que beben en la calle para que no se les vea" y no apuesta por la pedagogía y por la informaión sino que se limita a persguir y sancionar el consumo en las calles.

Por otro lado, Campos mostró su preocupación por el hecho de que el Ejecutivo "no haya recompuesto sus relaciones con las asociaciones juveniles en esta materia". "El Gobierno ha marginado a las comunidades autónomas, a las asociaciones de vecinos, a la comunidad educativa y a las entidades juveniles", concluye.