El sargento Miguel Angel afirmó que "los compañeros componen ahora mi familia y con ellos me toca celebrar este año la Nochebuena", y añadió, refiriéndose a sus familiares, que "tres mil kilómetros no son suficintes para estar lejos de ellos".

El sargento explica que su misión en Bosnia es gratificante, porque "cuando sales y ves las penalidades que pasa la población civil, los niños que te piden caramelos, ves que es algo maravillosopoder ayudarles. Ya estuve aquí y ahora repito".

Con esta opinión coincidió el teniente Paredes: "Gracias a que estamos aquí hay paz en Bosnia, y eso produce una gran satisfacción".

El cabo Zabala dijo que sí echa de menos a la familia, pero que el ambiente es "guay" en la "familia actual" que son sus compañeros, y añade que esta noche "tendremos nuestra 'depre', pero aquí, con el compañerismo que hay, lo pasaremos bien".

Asimismo, el cabo Martínez insistió en ya venían concienciados de pasa aquí la Navidad, pero que "el sacrificio merece la pena, somos voluntarios y el tercio está para lo que se tercie".