BOSNIA. LOS OBSERVADORES ESPAÑOLES TEMIERON POR SU VIDA EN LA MAÑANA DEL MIERCOLES
- Aseguran que cuando la televisón local les daba por muertos, se estaban entrevistando con las autoridades locales de Pale
- Durmieron en un hotel y un refugio y dicen haber recibido "buen trato"
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Los observadores de la Unión Europea que fueron retenidos por las tropas serbobosnias tras el ataque de los aviones de al OTAN contra instalaciones militares el pasado martes, temieron por su vida en la mañana del miércoles, según declaró hoy en rueda de prensa el embajador Fernando Sánchez Rau.
El dplomático, que compareció ante la prensa española acompañado del general García Esponera y del comandante Zenón Quintana, aseguró que vieron peligrar su vida durante la mañana del miércoles, cuando escucharon a través de una emisora de radio que se les estaba dando por muertos.
Sánchez Rau aseguró que mientras la radio y televisión serbobosnia estaba informando de su muerte, ellos permanecían reunidos con las autoridades de Pale negociando su liberación.
Esta reunión, que tuvo lugar en la sede de gobierno de Pale, tenía como objetivo negociar la salida de los observadores europeos hacia Serbia. Sánchez Rau añadió que precisamente imágenes de este encuentro fueron las que la televisión serbobosnia emitió en la mañana del jueves, y que daban a entender que los delegados de la UE no estaban muertos.
Asimismo, y sobre otro de los puntos oscuros del suceso, Sánchez Rau aseguró que el último contacto con sus superiores tuvo lugar el lunes por la noche, algo que explicaría que se adentrasen en terriorio conflictivo poco antes del comienzo de los bombardeos de la OTAN.
OBJETIVO: TREVINJE
Según el embajador, la noche del lunes no existía constancia de qué bando había sido el que realizó el último bombardeo sobre Sarajevo, y que más tarde propiaría el ataque de la fuerza multinacional.
"Nuestro objetivo", dijo Sánchez Rau, "era dirigirnos a Trevinje, para tomar contacto con las autoridades regionales serbias de Bosnia, con el fin de mediar en su conflicto con las autoridades croatas de Dubronick".
El diplomático añadió que "en cualquier caso teniamos intención de proseguir nuestro camino, pero no necesitábamos el aviso de Unprofor o de Naciones Unidas, puesto que el riesgo de nuestra presencia en la zona del conflicto lo asumimos plenamente desde que llegamos a la zona".
BUEN TRATO
Por su parte, el general José Luis García Esponera agradeció el esfuerzo realizado por los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa españoles para conseguir su liberación, y añadió que el trato reciido de los soldados serbobosnios fue "en todo momento correcto".
A este respecto, el embajador Sánchez Rau precisó que las dos noches en la que permanecieron retenidos pernoctaron en un hotel y en un cuartel de Pale. En ambos lugares, los observadores europeos estuvieron incomunicados.
A su vez, el comandante Zenón Luis Quintana, agradeció al conductor y al intérprete que les acompañaban su lealtad, y su misión para ponerlos en contacto con las autoridades locales.
"PENSAMOS VOLVER"
Sobre a continuidad de la misión que tenían asignada, el embajador Sánchez Rau aseguró que tienen la intención de regresar a la antigua Yugoslavia para continuar con su labor, que se incluye dentro de la presidencia española de la UE.
Sánchez Rau insistió en que su estancia en la zona del conflicto es "nuestra profesión y nuestra vocación", por lo que anunció que se reincorporarán "en breve".
LLEGADA A MADRID
Los tres observadores españoles, junto con otro español, llegaron ayer a Madrid en torno a ls nueve de la noche, después de haber cruzado durante la mañana el puesto fronterizo de Kotroman, entre Serbia y Bosnia, donde les esperaba Diego Ruiz Alonso, consejero de la embajada española en Belgrado.
Posteriormente se dirigieron a la capital de la Federación Yugoslava, para llegar, hacia las tres de la tarde, a la Embajada española en Belgrado, de donde partirían horas después hacia Madrid.
En sus primeras declaraciones, el general García Esponera aseguró que los serbobosnios creyeron que ean mandos de la OTAN cuando se produjo el ataque, después de revisar los vehículos en los que viajaban, equipados con potentes equipos de transmisiones.
Según García Esponera, "la gente estaba crispada. El primer bombardeo ocurrió cuando estábamos en el hotel de Pale. Bajamos al refugio y la gente nos miraba con hostilidad. Las autoridades, al menos la militares, pensaron que teníamos algo que ver, que estábamos allí para guiar el ataque de la OTAN".
(SERVIMEDIA)
04 Sep 1995
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