Borrell sñala que los Presupuestos se enfrentan "además de a las exigencias europeas a las de CiU, que ha obligado a aumentar el coste del sistema de financiación autonómica, y a las de los sectores sociales que le han apoyado, a los que se ha concedido beneficios fiscales también muy costosos".

El diputado califica el proyecto del Gobierno de "insolvente, insostenible e insolidario". Asegura que "no nos va a permitir entrar en el club de la moneda única sin correr el riesgo de pagar gravemente en términos de esempleo".

Agrega también que los Presupuestos conllevan un incremento de la presión fiscal de casi cuatro décimas de PIB y una caída "brutal" del 20% de la inversión civil. Ironiza sobre el hecho de que "el famoso despilfarro (del anterior Gobierno socialista) no aparece por ninguna parte, y el ahorro nominal producido por todas las modificaciones organizativas no llega a los 200 millones de pesetas".

José Borrell indica que no se explican las medidas que permitan hacer creíbles los créditos preupuestarios en relación con la política que sustentan. Pone como ejemplo que las aportaciones a las empresas públicas pasan de 1 billón de pesetas en 1996 a 400.000 en 1997, "sin que se enuncie ninguna medida que avale tan radical cambio".