Piqué hizo estas afirmaciones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que, no obstante, mostró el "respeto más escrupuloso" del Gobierno a la decisión de Borrell y el deseo de que el PSOE "tenga una estructura de dirección y unos planteamientos fuertes y sólidos" para seguir participando en la labor de gobernar.

Piqué rechazó que las alusiones de Borrell a las diferentes varas de medir en los partidos políicos sobre los casos de corrupción le afecten a él y aseguró que "yo no me siento en absoluto implicado ni aludido".

En este sentido, insistió en que "el PP está reaccionando y adoptando una serie de posiciones respecto a algunas noticias (sobre corrupción) que demuestran una clarísima voluntad de pureza y rigor democrático y ético, y así seguirá siendo".

Aseguró que, a pesar de la situación del PSOE, la alternancia política está garantizada y dijo que "lo lógico" es que el PSOE, en un plazo cort, cuente con una dirección clara para poder seguir discutiendo con la oposición "en términos políticos normales y no respecto a personas concretas".

Sobre el proceso de primarias que aupó a Borrell a la candidatura a la presidencia del Gobierno, Pique aseguró que el PSOE tendrá que reflexionar sobre un mecanismo que responde "a tradiciones democráticas distintas" a las de España.

Finalmente, ante la posibilidad de que la dimisión de Borrell provoque un adelanto de las elecciones generales, Piqué ijo que el presidente del Gobierno, José María Aznar, mantiene la previsión de terminar la legislatura y esa decisión "no está en función de los procesos internos de otros partidos", puntualizó.

También anunció que el Gobierno mantendrá la fecha de junio para celebrar el debate sobre el Estado de la Nación, con independencia de cuál sea el representante del PSOE.

Al término de la reunión, un grupo de periodistas preguntó a Piqué sobre el candidato para suceder a Borrell. Uno de los redactores aputó el nombre de Rosa Díez, ante lo que el portavoz del Ejecutivo se limitó a sonreir.