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BORRELL PIDE A ESPAÑA MENOS "IDENTITARISMO" Y MÁS ALTURA DE MIRAS PARA AFRONTAR LOS GRAVES PROBLEMAS QUE ACECHAN A EUROPA

- Recogió en nombre del Parlamento Europeo el Premio Nueva Economía Fórum 2006 a la Cohesión Social y el Desarrollo Económico

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, pidió hoy a España "menos identitarismo exacerbado" y más altura de miras para aparcar "pequeñas polémicas" que centran el debate nacional y afrontar los graves problemas que acechan a la Unión Europea.

Borrell recogió hoy en Madrid el Premio a la Cohesión Social y el Desarrollo Económico que Nueva Economía Fórum ha entregado, en su edición institucional 2006, al Parlamento Europeo como reconocimiento a su papel en la construcción europea, la cohesión social, la integración de los estados miembros, y en la reflexión sobre el futuro modelo de Europa.

En un discurso marcado por continuos toques de atención, Borrell alertó de que Europa debe escoger en los próximos años el modelo social con el que responder a la globalización y afrontar retos ineludibles, como el flujo de inmigrantes, la dependencia energética o el papel a jugar en la esfera internacional.

Eso exigirá de los europeos en general "un poco menos de hedonismo, de introspección", y de los españoles en particular "un poco menos de identitarismo exacerbado", dijo.

"Visto desde lejos algunas de nuestras polémicas son muy pequeñas", continuó. "La dimensión de los problemas que nos acechan es tan extraordinariamente grave que nos haría falta tener un poco más de altura de visión de lo que significa el esfuerzo necesario para conseguir crecimiento, prosperidad y cohesión".

Esos son los tres ejes que, en su opinión, debe aglutinar el proyecto europeo, y Borrell alertó de que conseguir su compatibilidad es posible, aunque no gratis. Tiene un coste, dijo, y la sociedad debe decidir si lo asume o no.

ARQUITECTURA EUROPEA

Borrell esbozó el funcionamiento del Parlamento Europeo, una institución "compleja y cara", con un presupuesto anual que ronda los 1.400 millones de euros y que forma parte de una arquitectura política distinta a la que asume como natural el ciudadano medio europeo.

Juzgó necesario por ello "dar más tiempo al tiempo" para que esa arquitectura política europea llegue a ser inteligible para los ciudadanos.

Reconoció, sin embargo, que el revés de Francia y Holanda a la Constitución Europea ha supuesto un parón del que "nadie sabe muy bien por dónde salir". Mientras, alertó, "el mundo no nos espera" y resulta urgente definir el modelo hacia el que camina la Unión Europea.

Borrell se mostró convencido de que los ciudadanos europeos no terminan de entender los efectos de la ampliación. "Somos más, pero para qué", se preguntan. Ello obliga, desde su punto de vista, a dar "un nuevo impulso" a la construcción europea y asumir la necesidad de conformar un polo que equilibre el pulso inmediato entre Estados Unidos y China en el orden mundial.

El premio fue entregado a Borrell por el presidente del Senado, Javier Rojo, en un acto en el que intervinieron también la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que se refirió a Borrell como uno de los políticos "con más prestigio y experiencia" de España y del que elogió su labor "propia de hombres de Estado".

Al acto, celebrado en el Teatro de la Zarzuela, en Madrid, asistieron también el presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente; el fiscal general, Cándido Conde-Pumpido; los presidentes de la CEIM y de la Cámara de Comercio de Madrid, embajadores, europarlamentarios, diputados, senadores y otras autoridades y personalidades.

(SERVIMEDIA)
05 Mayo 2006
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