La estimación del MOPTMA cifra en 7.792 millones los daños en los cauces de las cuencas del Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir y Sur, y en 7.927 millones los sufridos por las infraestructuras hidráulicas.

En este sentido, Borrell dijo que 10.000 millones de los presupuestos destinados a obras de emergencia serán destinados a la reparación de los daños producidos en las cuencas por la crecida de los caudales.

También anunció que el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Blloch, presidirá una comisión interministerial que evaluará los daños causados, para la adopción de las medidas necesarias, así como para determinar los créditos para paliar los efectos de las inundaciones.

José Borrell reconoció que la mitad del agua caída en las cuencas hidrográficas atlánticas, 25.000 hectómetros cúbicos desde el pasado mes de noviembre, se perdió en el mar por falta de medios para su recogida. De la otra mitad, 15.000 hectómetros ha sido embalsada y el resto, 10.000 hectómetros, prmanece en las montañas en forma de nieve.

Restó importancia a la cantidad de agua perdida al considerarla un hecho normal dentro del ciclo natural del agua. El ministro reiteró su permanente llamada al ahorro y buena gestión del agua, a pesar de las buenas perspectivas metereológicas.

Según sus datos, Andalucía ha pasado de una situación extremadamente grave, con menos del 7% de capacidad del agua en noviembre, a una situación cómoda de casi el 60% de agua embalsada, pero la cuenca del Mediterráeo padece todavía "una situación difícil".