"Yo no tengo billete para Madrid y yo no voy a hacer lo que me parece que sería una desvergüenza, que sería presentarme a las elecciones autonómicas de Castilla-La Mancha, si Dios quiere y los electores ganarlas, y a los quince o veinte días decirles: me marcho, porque voy a ser candidato a la presidencia del Gobierno", explicó Bono a la Cadena Ser.

"Ea ecuación" agregó, "no va a tener el resultado que acabo de decir, porque yo no voy a sacar billete para Madrid y porque yo, si soy presidente de Castilla-La Mancha, no voy a dejar de serlo en modo alguno para ser candidato a la presidencia del Gobierno. (...) Yo no voy a hacerle a mi tierra el feo ni el deshonor de dejar de ser presidente de Castilla-La Mancha para ser candidato".

Por otro lado, el presidente castellano-manchego consideró una "torpeza" elegir en este momento un candidato a la presidncia del Gobierno, teniendo en cuenta la proximidad de los comicios municipales, autonómicos y europeos.

"Ahora mismo, el Partido Socialista, la sociedad española, tienen unas elecciones convocadas, autonómicas, municipales y europeas. Trufar ese proceso con la elección de un candidato para unas elecciones que serán en el año 2000 a mí me parece torpeza, y no debemos cometer esta torpeza", señaló.

En cambio, se mostró partidario de garantizar a los electores del Partido Socialista y a la propia sciedad española que antes de que termine el mes de junio, el PSOE tendrá un candidato para las elecciones generales. A su juicio, debe ser el Comité Federal del partido el que designe al nuevo candidato, propuesto por la Comisión Ejecutiva o por el citado órgano.

Tras descartar la celebración de un congreso extraordinario para esa tarea, Bono dijo que el nuevo aspirante del PSOE a presidente del Gobierno debe ser una persona a quien se le note que quiere llegar a La Moncloa, y aseguró que hay varias dntro del partido que tienen ese perfil.