Borrell, que asistió a la reunión de lo representantes de la Asociación Transeuropa TGV, explicó que parte del dinero previsto para esta línea será subvencionado por el fondo de cohesión europea. Según el ministro, "en estos momentos ya se está trabajando en la línea, y dentro de pocos días serán inaugurados los primeros 40 kilómetros que habrán sido desdoblados y convertidos a 220 kilómetros por hora".

El titular de Transportes y Obras Públicas dijo asimismo que propondrá al Consejo de Ministros que declare prioritaria la inversión a la uión Barcelona-Valencia y Valencia-Madrid, para convertir todo el recorrido en una línea de alta calidad.

La modernización de la línea responde a la elevada circulación de mercancías en la zona y para compensar también el hecho de que el TGV no tenga previsto pasar por Valencia.

Por otra parte, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que también asistió al encuentro, se mostró contrariada porque cree que el Gobierno socialista es desconsiderado con su ciudad y la sitúa a un segundo nivel.

Segn las previsiones del Gobierno central y las directrices del proyecto del Tren de Alta Velocidad, la línea contempla un enlace que pasará por Madrid y Zaragoza, ya que desde esta ciudad saldrá una bifurcación hacia el País Vasco. José Borrell aseguró que el Gobierno francés habrá llegado a los Pirineos en las obras del TGV en el año 2002.

Los representantes de la Asociación Transeuropa TGV, que agrupa a responsables económicos de Alemania, Francia, Suiza y España, dieron hoy "luz verde" al proyecto de eje del Tren de Alta Velocidad (TGV) que unirá el norte de Europa con el Mediterráneo, durante la reunión mantenida esta tarde en Barcelona.

La conexión se basa en tres proyectos considerados claves para la puesta en marcha de la futura red ferroviaria europea: el TGV Rhin-Rhone, el TGV Lenguadoc-Rosellón y el TGV Barcelona-Perpiñán. La prioridad de este último fue reconocida el pasado mes de noviembre en una cumbre franco-española celebrada en Albi (Francia).

El encuentro, de carácter informatio, estaba destinado a explicar a eurodiputados y empresarios la incidencia del proyecto europeo del TGV y la importancia de llevar a cabo una política común entre los distintos países.

Entre los asistentes a la reunión estaban el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; los alcaldes de Barcelona y Montpellier, Pasqual Maragall y Georges Frege; el presidente de Lenguadoc, Jacques Blanc, y el eurodiputado y ex ministro de Defensa francés, Jean-Pierre Chevenement, que preside ahora la sociedad francesadel Tren de Alta Velocidad.