E un mitin de homenaje al ex alcalde de Madrid Juan Barranco, organizado por la Agrupación Socialista de Vallecas, Guerra dijo que la izquierda "lo tiene muy difícil" porque en esa operación confluyen tres fuerzas: muchos medios de comunicación, un sector de la judicatura y dirigentes de izquierda que hacen el juego a la derecha.

A este respecto, Guerra dijo que "una gran cantidad de los medios de comunicación están al servicio de ese proyecto de terminar con la izquierda en España, no todos", así como"un sector de la magistratura que trabaja en el mismo sentido".

Según Guerra, a eso se añade que ha habido militantes de izquierdas, dentro y fuera del PSOE, que "han estado favoreciendo las acciones de gobierno de la derecha y, ya en nuestra propia organización, a veces, tal vez, sin creer que se ocasiona una debilidad total a la organización, se comenta con los adversarios de mala manera, cuando se habla de los propios compañeros, que son de una parte o de otra parte. Esa quiebra de la solidaridad iterna ha traido muchos males a la izquierda en España".

El ex vicepresidente del Gobierno recalcó que la recuperación pasa por lograr que el PSOE vuelva a ser "un partido sólido, donde caben todas las posiciones", pero desde el que "no se hace ningún tipo de pacto secreto con enemigos del partido para utilizar los hechos de uno u otro caso para derrotar políticamente a quien no se puede derrotar con la palabra y con los votos dentro de nuestra organización".

En esta misma linea, dijo que el PSOE stá pagando todavía el resultado del último Congreso socialista, (en el que los guerristas perdieron posiciones en los puestos de mando del partido).

En referencia a la renuncia de Borrell, y recordando su propia dimisión como vicepresidente, Guerra recordó que él, cuando inició su actividad política, se hizo la promesa de que nadie, ni enemigos ni personas próximas, le iba a poner de rodillas ni a herirle en sus sentimientos.