"Tirar cosas al mar es una mala costumbre, porque nos lo hemos tomado como si fuera una gigantesca papelera y está demostrado que no lo es", aseguró Borrel, quien confesó no conocer en concreto la noticia por la que le estaban interrogando, y de la que hoy daba cuanta el periódico "El País".

Borrel destacó que, n su calidad de ministro el Medio Ambiente, él defiende otro tipo de soluciones lo menos agresivas posibles. "Aunque tampoco por eso", agregó, "vamos a dejar de tirar al mar piedras, que manifiestamente no le causan ningún perjuicio a nadie".

Tras reiterar que no conocía el tema y que tendría que estudiarlo, explicó que cualquier pronunciamiento al respecto por su parte sería "un tanto alegre y frívolo".

"En principio", concluyó, "debo partir de la hipótesis de que hay que evitar toda clase de vetidos al mar, de acuerdo con las convenciones internacionales que España ha estado impulsando".