En un declaraciones a la cadena Ser, Bono reconoció que ha aceptado la invitación de pasar unos días en la casa del cantante, a quien calificó como "buena gente, buena persona. En algún momento que he necesitado apoyo, no personal, ni partidista, como ministro de España", siempre ha sido "amigo, generoso", y lo hizo "sin cobrar", precisó.

Explicó que en "momentos clave" que no puede precisar, Iglesias realizó "una gestión de carácter político en favor de nuestro país en los Estados Unidos, y se convirtió en un embajador generoso y eficacísimo". Apuntó que no es "nada vergonzoso, lo único que él me pidió discreción sobre el contenido específico y yo la voy a mantener".

Por otro lado, preguntado por la postura de la jerarquía eclesiástica ante algunas de las actuaciones del Gobierno, Bono recalcó que "las últimas declaraciones de algunos obispos", especialmente el de Mondoñedo, quien dijo que los homosexuales no entrarán en el reino de los cielos, "me parece inadmisible, una insensatez, una falta absoluta de respeto al mensaje de Cristo".

"Fariseos no suelen faltar. No renuncio a mi fé, pero si Cristo hoy viviera no andaría husmeando con quién se acuesta el vecino", indicó. "Escuchando algunas voces pagadas por los clérigos es que falta el amor, la caridad, y a veces lo único que se justifica es el dinero". De la Iglesia, agregó, "lo que se debe esperar en vez de una condena, de mandarte al infierno, es la comprensión".