Las razones para abandonar la Escuela son "evitar la instrumentalización política que el Partido Popular ha venido haciendo de este hecho durante los últimos días".

El comunicado también señala que el responsable de las instalaciones, el onsejero de Agricultura, Fernando López Carrasco, uno de los que vivían en la escuela, ha decidido que ningún alto cargo de la Junta utilice la residencia.

En la escuela residían también, de manera permanente o temporal, los consejeros de Administraciones Públicas y Bienestar Social, junto con varios directores generales, asesores y jefes de gabinete de la administración autonómica.

Por su parte, el presidente del PP castellano manchego, José Manuel Molina, calificó de "insulto a los ciudadanos yuna auténtica vergüenza" la situación de la Escuela de Caza toledana.

Molina exigirá en las Cortes que los cargos de la Junta que han residido en la Escuela devuelvan el dinero que han dejado de pagar por su alojamiento y que "se prohiba ese club privado pagado por todos".

El líder de la oposición agregó que "estamos ante un caso de corrupción y estudiamos ejercer otras acciones". Para Molina, las palabras del consejero portavoz del Ejecutivó autónomo, Emiliano García Page, que aseguraba que el P tenía preparada "una nueva ráfaga de mentiras contra el Gobierno de José Bono", son "tonterías". Añadió que "es falso que el PP prepare nada. Cree el ladrón que todos son de su condición".

El PP preguntó al Gobierno de José Bono en octubre de 1993, a través de las Cortes de Castilla-La Mancha, que altos cargos de la Junta residían en las instalaciones, contestando el director general de Relaciones Institucionales de la Junta, Francisco Pardo, con una relación de doce altos cargos que "de forma ocasioal" residían en la Escuela de Caza y señalando que han sido más de "ocho mil las personas que han pasado por ella, sin que exista una relación pormenorizada de los mismos".