Bono hizo estas declaraciones en el Salón de Plenos de la Asamblea de Madrid, a la que acudió para almorzar con los miembros de la Mesa del Parlamento autonómico, presidida por Elvira Rodríguez, en contestación a una pregunta sobre si tenía intención de reformar el Reglamento del Congreso, como intentó su antecesor, Manuel Marín.

Tras indicar que, "en el fondo", un presidente de un Parlamento está "para ayudar a los diputados", señaló que siempre ha tenido "conciencia clara" de que está para eso y afirmó que si los parlamentarios quieren cambiar el Reglamento, "les ayudaré", y si no quieren hacerlo, "no me voy a incomodar".

"Un presidente no es un maestro de escuela que tenga que exigir a los diputados que escuchen al que habla, sino que haya cierto nivel de orden reglamentario", manifestó Bono, quien reiteró que "estamos para ayudar y lo mejor es que pasemos desapercibidos en el trabajo cotidiano".

Igualmente, comentó que, tras cuarenta años de militancia política, "tengo acreditado que sé abrir debates, y ahora me han encargado que los ordene y agilice, o que los cierre".