La candidatura de Bono, que aspira a sustituir al también socialista Manuel Marín, obtuvo un total de 168 votos. Por detrás de él quedó la diputada del Partido Popular Ana Pastor con 152 sufragios, a quien la formación que lidera Mariano Rajoy decidió presentar al cargo apenas media hora de que comenzara la sesión parlamentaria.

El presidente de la mesa de edad, el popular Juan Manuel Albendea, fue el encargado de sacar de la urna los votos de los 350 diputados elegidos en los comicios generales del pasado 9 de marzo y proceder al escrutinio leyendo el nombre escrito en cada papeleta por los diputados.

Al final del recuento, Albendea explicó que se habían recibido 349 votos, de los cuales 168 correspondieron al socialista Bono, 152 a la popular Ana Pastor. Además, se produjeron 28 abstenciones y 1 voto nulo.

La votación fue secreta, por lo que cada diputado tuvo que escribir su candidato en una papeleta y depositarla en una urna situada en la Mesa de la Cámara, lo que formó largas colas.

El proceso se prolongó durante casi una hora, ya que las dos diputadas más jóvenes, que ejercieron como secretarias, fueron llamando uno a uno a los parlamentarios para que acudieran a votar.

Con este resultado, el Pleno del Congreso de los Diputados deberá llevar a cabo una segunda votación para elegir al nuevo presidente de la Cámara.

Es la primera ocasión en la historia de la democracia que el candidato del partido con mayor número de escaños no consigue ser elegido presidente del Congreso en primera votación y necesita de una seguna ronda.

En la segunda votación, Bono podrá ser proclamado presidente del Congreso con el mero hecho de conseguir un voto más que Ana Pastor, ya que en este caso ya no es necesaria la mayoría absoluta y bastaría con la simple.