Bono, que se desplazó en la tarde de ayer a Villafranca de los Caballeros en visita institucional, solicitó a la Administración central la aprobación del Plan Hidrlógico Nacional que, a su juicio, "debe ajustarse a las necesidades de nuestro país".

El presidente del Ejecutivo castellano-manchego advirtió que "si el Plan Hidrológico Nacional consagra la injusticia del trasvase Tajo-Segura sin que existan excedentes, no lo podré aceptar mientras tenga responsabilidades de gobierno en esta tierra".

Según Bono, el Gobierno castellano-manchego está pidiendo más en materia de agua que lo solicitado por el Parlamento regional en la ley reguladora de los trasvasesentre cuencas hidrográficas que será remitida al Congreso de los Diputados para su debate.

Asimismo, el presidente autonómico señaló con rotundidad que, para defender el agua de Castilla-La Mancha, no necesita que le empujen, porque "los ciudadanos saben que al presidente de esta región no hace falta que le aprieten para luchar contra lo que es injusto".