Los cerca de 60 buques permanecían a primera hgora de esta tarde amarrados en el puerto de Gurela (Lugo), en protesta por el incumplimiento de las normativas comunitarias por parte de los pescadores franceses que utilizan redes de hasta 20 kilómetros.

Benigno aseguró que "a finales de octubre se acaba la pesca del atún, ya que es un pez migratorio, y no creo que permanecer amarraos sea la solución. Continuaremos presionando a la Administración y a Bruselas para que tome las medidas pertienentes", sentenció.

El representante pequero dijo que en la reunión de esta tarde, en la que los pescadores de Gurela decidirán si salen a faenar, "vamos a dar libertad total; el que quiera que salga. Yo, personalmente, pediré que salgamos a faenar", aseguró.

VIGILANCIA INUTIL

A pesar del incremento de lanchas de vigilancia en las aguas internacionales por parte del Gobierno español, Bnigno aseguró que "es extremadamente difícil localizar el momento en que los franceses sacan las redes de 20 kilómetros".

Con todo, el ministerio de Agricultura, Pesa y Alimentación ha presentado este año en Bruselas cerca de 20 denuncias, según afirmó Benigno Beltrán.

Insistió en que el incumplimiento de esa normativa no solo provoca que los buques galos pesquen más atún, sino que, además, dificultan la labor de los españoles al enredarse, en muchas ocasiones, las volantas en las helices de las mbarcaciones :"Se hace imposible faenar", añadió.

Además, estas redes "asustan al atún porque en ocasiones quedan prendidos muchos fetáceos. Más de una vez se ha visto alguna ballena entre las redes de los pesqueros franceses", aseguró a esta agencia el responsable de la cofradía gallega.

El resto de los boniteros españoles (Cantabria, Vizcaya, Guipuzcoa y Asturias) decidieron ayer salir a faenar tras la reunión que mantuvieron con el secretario general de Pesca, José Loira, aunque quedan algunosen los puertos de Fuenterrabía, Ondarroa y Getarea (Guipuzcoa) amarrados en señal de protesta.