La divisa cerró en 82,99 unidades por marco, es decir, que de depreció 45 céntimos respecto al dólar que se pagó a 144,14 pesetas, 73 céntimos más caro que ayer.

El efecto arrastre de los grandes bancos ha vuelto a funcionar. Las grandes entidades bancarias se han constituido en el principal elemento de recortes de los índices y durante toda la sesión han caminado a la baja. La excepción ea Argentaria y a última hora BCH, que lograba recuperar posiciones.

Las ganancias se las anotaba básicamente el sector eléctrico, que apoya sus avances también en la apertura alcista de Nueva York. El índice de la Bolsa de Madrid cerró con una caída de 0,39 puntos y se situó en 324,44 por ciento, mientras que el Ibex cedía 9,02 puntos y se situaba en 3.621,23 puntos. La negociación alcanzaba en el mercado continuo los 27.000 millones de pesetas.

En cuanto a los valores de Banesto destacó la activdad compradora en la Corporación en los últimos diez minutos. Después de una buena parte de la sesión con una pérdida acumulada del 14% en su cotización y unos 3.000 títulos negociados, en los minutos previos al cierre se hicieron 7.000 títulos más y el valor concluyó la jornada en 1.740 pesetas, con un descenso de 10 pesetas.

Urbis también cedió 25 pesetas; Agroman cayó 26 pesetas, Asturiana del Zinc 50, Tudor otras 40 y Carburos 50 pesetas. Radiotrónica ganó 75 pesetas y Sniace se anotó una subida d 3 pesetas.

Mientras que Banesto sigue suspendido de cotización, las operaciones extrabursátiles se suceden. Ayer, Renta 4 intermedió 2.791 acciones viejas de Banesto a 1.250 pesetas y otras 1.931 nuevas al mismo precio, 745 pesetas por debajo del último fijado en Bolsa por el banco. Mercavalor también realizó una operación sobre 9.000 acciones a 1.995 pesetas.

Repsol reparte a partir de hoy un dividendo de 38,25 pesetas por acción, mientras que el próximo día 10 el BBV ha anunciado que pagará sutercera derrama del año por 28,5 pesetas netas. La constructora Huarte también abonará a sus accionistas a partir del próximo día 28 un dividendo de 30 pesetas, según publican hoy estas entidades en el boletín de cotización de la Bolsa de Madrid.

El saldo de deuda en manos de no residentes alcanzó a finales de diciembre de 1993 los 4,25 billones de pesetas, frente a los 1,84 billones de diciembre de 1992, con lo que ha experimentado un crecimiento cercano al 130%. Los movimientos sobre la peseta, que ue devaluada por tercera vez en mayo de 1993, así como los sucesivos descensos de los tipos de interés han animado la inversión extranjera en el mercado de deuda española.