Según destaca la FEV en un comunicado, la misiva ha sido suscrita por otros nueve ministros de Agricultura europeos, entre los que se encuentran los de los países principales productores. Esta iniciativa responde a la histórica demanda del sector de reconocer la singularidad del producto, siempre apoyada por las autoridades españolas.

Además, la norma de etiquetado de vino, recuerdan los bodegueros, ya contempla la inclusión de información a los consumidores sobre aquellos componentes que pueden causar alergia.

El resto de menciones obligatorias y facultativas del etiquetado del vino cubren perfectamente, a su juicio, las informaciones sobre las características del producto, incluyendo aspectos del proceso de producción o el modo de obtención de los mismos.

La FEV defiende la especificidad del vino y asegura que su normativa propia garantiza que los productos que se ponen el mercado han sido elaborados conforme a las reglas establecidas.