BODA INFANTA (CRONICA). SEVILLA SE ECHO A LA CALLE PARA CELEBRAR A BODA DE DOÑA ELENA Y DON JAIME DE MARICHALAR
- A las 13:09 se convirtieron en marido y mujer, aunque la ceremonia concluyó a las 14:26
- Todo transcurrió de acuerdo con el protocolo y el horario previsto
- Probablemente, se trata de la mayor concentración de la historia de personalidades de la realeza de todo el mundo
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La boda de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar transcurrió esta mañana de acuerdo con todas las previsiones, sin que se produjese ningn contratiempo, a pesar de la cantidad de personalidades asistentes y de la abundancia de gente en las calles de Sevilla.
Desde primeras horas de la mañana, los invitados fueron llegando a la catedral. La mayor parte de ellos se trasladaron en autocares especialmente fletados para la ocasión para evitar problemas de tráfico, y ocuparon los asientos designados por el protocolo.
A las doce en punto, el novio, Jaime de Marichalar, salió del hotel, acompañado de su madre, la condesa viuda de Ripalda,para desplazarse en un vehículo Mercedes 280 de color gris hasta la catedral, donde llegaron cinco minutos después.
Los dos entraron en el templo por la denominada Puerta de Campanillas, la misma por la que ingresaron más tarde los miembros de la familia de la novia. Jaime de Marichalar aparecía sereno, brindando el brazo a su madre, que lucía un sencillo vestido de color gris perla.
REYES Y HEREDEROS
En las primeras filas se sentaban los miembros de las realezas de todo el mundo, asistentes a a que se ha definido como "la mayor concentración de sangre azul por metro cuadrado de la historia".
Irene de Grecia, el sultán de Brunei, la reina Noor de Jordania, la reina Paola de Bélgica, la duquesa Josefina Carlota de Luxemburgo, el príncipe Rainiero de Mónaco, la princesa Tatiana de Liechtenstein, el gran maestre de la Orden de Malta y los reyes Constantino y Ana María de Grecia ocupaban la primera línea.
Inmediatamente detrás de ellos estaban los príncipes herederos de Luxemburgo, el prínipe de Gales, el príncipe y la princesa de Jordania, Simeón de Bulgaria, los reyes de Rumanía, Farah Diba, el príncipe Alberto de Mónaco, los príncipes herederos de Bélgica y de Holanda, la princesa heredera Victoria de Suecia, los príncipes herederos de Camboya, el príncipe de los Emiratos Arabes, el príncipe de Bahrein y los príncipes de Kuwait.
También figuraban entre los primeros bancos los miembros del Gobierno (el único ministro ausente fue Javier Solana), los presidentes del Congreso y el Senad, los duques de Suárez y otros representantes políticos (Aznar ocupó un asiento contiguo a Benegas y Leguina).
El arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, entró en la nave central de la catedral, tocado con la mitra, a las 12:23 y saludó a la madre del rey Juan Carlos, doña María de las Mercedes, así como al novio y su madre y madrina, que esperaban junto al altar.
CORTEJO REAL
A las 12:26 exactamente, hizo su aparición en la Puerta del León del Real Alzázar el cortejo de la Familia Real. Primero laInfanta Cristina, vestida de rojo, del brazo de su primo el vizconde de Latorre. Detrás la Reina Sofía, vestida de azul, y el Príncipe de Asturias, y por último, la Infanta Elena, vestida de blanco, cogida del brazo de su padre, el Rey Juan Carlos, que lucía una férula como consecuencia de la caída de esquí sufrida reciéntemente.
Lentamente, llegó la comitiva a la catedral, entre los gritos de la multitud allí reunida, y los inevitables pisotones del velo y la cola de la novia, que alguien se encargó e mantener constantemente desplegados.
En el momento de traspasar novia y padrino la Puerta de Campanillas, a las 12:35, empezaron a repicar todas las campanas de la catedral de Sevilla, mientras en el interior el órgano desgranaba los primeros compases de la "Misa de Coronación" de Mozart.
La infanta y el rey caminaban despacio sobre la alfombra roja que marcó el recorrido hasta el altar, mientras saludaban y sonreían a los asistentes y hacían fugaces comentarios entre ellos. Al llegar junto al ovio, Elena no pudo evitar darle un beso rápido en la mejilla.
CEREMONIA OFICIAL
Monseñor Amigo inició la ceremonia con una bienvenida a los presentes, tras la que se escuchó el "Kyrie" de la Misa de Mozart, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Sevilla y el Coro Nacional de España. La soprano María Orán, la mezzosoprano María Ramón, el tenor Manuel Cid y el bajo Alfonso Echevarría actuaron como solistas.
La primera lectura fue la Carta de San Pablo a los Corintios, un texto habitual en ests celebraciones en la que el apóstol resalta la necesidad del amor para la existencia, tema sobre el que giró más tarde la segunda lectura y la homilía. Los novios se lanzaron sonrisas, ella a través del velo que cubría su cara.
Tras el salmo responsorial "La misericordia del Señor llena la Tierra", los presentes escucharon puestos en pie la lectura del Evangelio de San Juan sobre el amor como único mandato divino. Los familiares de la infanta hicieron breves comentarios entre si.
El arzobispo toó asiento delante del altar para pronunciar la homilía, centrada en el amor de la pareja y en la entrega mútua, que comenzaba dirigiéndose a Sus Majestades y englobando a todos los demás asistentes en un "queridos hermanos".
"SI, QUIERO"
A las 13:09 exactamente, después de pronunciar los preceptivos "si, quiero", la Infanta Elena y Jaime de Marichalar se pusieron uno al otro los anillos y fueron declarados oficialmente marido y mujer. El la ayudó a ella a descubrirse el velo y mostrar abiertamente s sonrisa, no exenta de nervios.
A continuación se desarrolló la liturgia eucarística, mientras se iban sucediendo los acompañamientos musicales del "Hossana", el "Ave Verum" y el "Agnus Dei" de la Misa de Coronación mozartiana. Durante la comunión sonó la cantata "Jesús, alegría de los hombres" de Johann Sebastian Bach, primero a cargo de la orquesta y coro, y luego por el organista José Enrique Ayarra.
Al término del acto litúrgico, los testigos procedieron a sancionar la unión con sus firmas. Flipe y Cristina, hermanos de la novia, Alexia de Grecia, Marisa Caprile, Leticia Espinosa de los Monteros, Carlos García Revenga, Juan Gómez-Acebo, Alfonso Zurita, Rita Allende Salazar y Alfredo Fernández Durán, entre otros, estamparon sus rúbricas.
OFRENDA
Concluida la ceremonia, a las 14:26, los novios salieron de la catedral por la Puerta de Palos y se trasladaron a la Basílica de El Salvador, donde ofrecieron el ramo nupcial ante la tumba de los bisabuelos de la Infanta, don Carlos de Borbón y dña Luisa de Orleáns.
Los recién casados rezaron durante largo tiempo, mientras el Coro de la Hermandad del templo entonó la "Salve Rociera". A la salida, la infanta derramó las primeras lágrimas de la mañana, y la gente se deshizo en gritos de "guapa, guapa, guapa".
En el trayecto de la carretela del siglo XVIII desde la Basílica de El Salvador de vuelta a los Jardines de los Reales Alcázares, donde se celebró el banquete, el pueblo de Sevilla vitoreó al matrimonio.
La celebración del banquee se desarrolló en estricta intimidad, sin que los medios de comunicación tuvieran acceso al recinto de los Reales Alcázares, donde más de 1.300 comensales disfrutaron de la comida, distribuidos en cinco patios.
(SERVIMEDIA)
18 Mar 1995
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