"Pero esta lotería no ha sido fruto del azar", añadió Rojas Marcos, "sino que demuestra, una vez más, el afecto de la Famili Real por esta ciudad".

A su juicio, los ciudadanos de Sevilla "bordarán el acontecimiento". El alcalde hispalense cree que cualquier ciudad del mundo daría lo que fuese por poder celebrar un evento de esta magnitud.

"La boda real es un nuevo desafío para la ciudad, que tiene motivos más que suficientes para estar contenta: los sevillanos pueden estar orgullosos", aseguró Rojas Marcos, que añadió que "éste es un pretexto para seguir trabajando por una ciudad que cada día tenga una mayor calidad d vida".

El primer edil considera que la celebración de la ceremonia supondrá para Sevilla un incremento de trabajo, nuevos ingresos económicos y un lanzamiento a nivel internacional, ya que la boda centrará la atención general y dará prestigio a la ciudad.

Por su parte, el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, declaró hoy que se encuentra encantado por el anuncio que hizo público ayer la Casa Real, según confirmaron a Servimedia fuentes del Arzobispado, que reconocieron que aún no tienen costancia oficial del hecho.

Aunque las autoridades religiosas de Sevilla no han realizado ninguna valoración sobre el lugar de la ceremonia, sí han confirmado que las obras de restauración de la fachada de la catedral, la segunda más grande del mundo después del Vativano, quedarán concluidas antes del 18 de marzo.

También las obras de remodelación de los alrededores de la Plaza de la Virgen de los Reyes, llevadas a cabo por el equipo de gobierno municipal, integrado por miembros del Partido Andaluista y el Partido Popular, estarán terminadas antes de la boda.