Ese informe sitúa a España entre los países europeos que consintieron o, al menos, no investigaron, la utilización de su espacio aéreo por vuelos en los que agentes de la CIA trasladaban a personas detenidas ilegalmente.

El autor del informe, recuerda el BNG, asegura que el aeropuerto de Palma de Mallorca "era el lugar donde los equipos -de la CIA-, muy bien entrenados, y siempre de manera sistemática, iban a preparar sus misiones y descansaban después de realizarlas".

El informe menciona el caso de un Boeing 737 que despegó en enero de 2004 del aeropuerto mallorquín rumbo a Skopje (Macedonia). Desde allí, el ciudadano alemán de origen libanés Khaled el Masri, que había sido "secuestrado" en la frontera de Macedonia con Serbia, fue trasladado a una prisión afgana "para ser torturado".

El BNG se une a otros grupos que ya han presentado iniciativas sobre este asunto. Izquierda Unida ha anunciado su intención de preguntar al presidente del Gobierno en la próxima sesión de control.