Blanco elogió con ironía "proverbial clarividencia política" de Rajoy cuando en 2001, siendo ministro de Interior, dijo que "no era previsible un atentado islamista en España".

"A lo mejor", continuó Blanco, "ésa es la razón de que a estas alturas los dirigentesdel PP sigan enredados y enredando con la autoría del 11-M". En este punto reconoció que "siempre ha habido prensa amarilla", pero ahora además "tenemos un partido político amarillo: el PP".

Como líder de su partido, insistió Blanco, Rajoy "ha sido todo un éxito" con el que el PP ha perdido las elecciones generales y el Gobierno de España, las elecciones europeas, el gobierno de Galicia, ha perdido 120.000 votos en Euskadi y "os adelanto que dentro de unas semanas perderá muchos de sus pocos votos en Cataluña".

Tras vaticinar nuevas derrotas para el PP, se mostró convencido de que los populares se verán forzados a relevar a la actual cúpula dirigente. "Le entregaron (a Rajoy) una mayoría absoluta y les ha conducido a la más absoluta derrota. Un auténtico acierto del señor Aznar" que lo designó como su sucesor.

HERENCIA NEGATIVA

Blanco recordó que cuando el PSOE celebraba su anterior Conferencia Política en 2001, el PP aprobaba un reglamento para la regularización de los inmigrantes ilegales. Entonces el ministro del Interior era Mariano Rajoy que dio por "resuelto para siempre" el problema de los inmigrantes sin papeles.

"Tres años después", dijo, "nos encontramos con más de 800.000 inmigrantes que, con el PP en el poder, habían entrado sin control y trabajaban al margen de la ley, la ley que ellos aprobaron que ahora quieren enmendar".

El secretario de Organización del PSOE explicó que aquellos inmigrantes irregularidades "no tenían ningún derecho, pero tampoco ninguan obligación como ciudadanos" y Rajoy, "que presumía de haber resuelto el problema, es el que hoy nos reprocha que hayamos convertido su herencia irregular en trabajadores que cumplen con la ley".

En cambio, el PSOEha demostrado "que para hacer una oposición eficaz no es preciso convertir la vida política en un campo de batalla en el que no hay reglas que respetar ni límites que no se deban rebasar, como ha hecho el PP desde que perdió las elecciones".

Según Blanco, los períodos de crispación política siempre "coinciden con el PP en la oposición" a los que produce gran tensión el no poder recuperar el poder, "que para ellos es su lugar natural en la vida".

Es por eso que tratan de transmitir a los ciudadanos la idea de aque "no habrá paz política hasta que no recuperen el Gobierno. Blanco confía, sin embargo, en quelos ciudadanos les den "la respuesta que mereceny quizá con "una segunda derrota más contundente que la primera comiencen a darse cuenta de lo que les ocurre, revisen sus estrategiads y cambien a los responsables de éstas".

Blanco hizo una férrea defensa de la política del Gobierno y rechazó la "vieja tesis derechistade que las políticas sociales son un freno para el crecimiento de la economía". Esa idea "ha quedado tan anticuada como el vocabulario que utiliza el señor Rajoy".

Los socialistas pretenden con esta conferencia conjurar la tentación de "quedarnos anticuados en el Gobierno para renovarnos en la oposición" tratando de anticiparse a los acontecimientos. "No queremos ser el freno" de la sociedad: "ese papel se lo dejamos al PP".

"DE OTROS SIGLO"

El secretario de Organización socialista insistió en que Rajoy y el resto de los dirigentes del PP pertenecen "a otro siglo, y el algunas cuestiones ni siquiera estoy segurode que sea el siglo XX".

Como ejemplo indicó que Rajoy quiere "quitar competencias a las comunidades autónomas porque el Estado está indefenso". Una idea anclada en el "rancio centralismo congénito de la derecha española que les impide comprender las bases del funcionamiento de un Estado descentralizado".

"Lo que es positivo para la mayoría de lo españoles, por ejemplo el porceso de paz, es negativo para los dirigentes del PP; y lo que es negativo para la mayoría de los españoles, es muy positivo para ellos, por ejemplo la guerra de Iraq que aún defienden, cuando ya casi no la defiende ni Bush. Todos los que participaron en aquella guerra están arrepentidos, menos Aznar y los dirigentes del PP", aseguró Blanco.

Si continúan por esa línea, insitió el dirigente socialista "seguiran hundiéndose en el pantano en el que ellos mismos se han metido", concluyó.