En declaraciones a Servimedia, Aranbarri aseguró que "la sociedad no puede influir en la dirección de ETA, pero sí en la gente de HB, que están ahí fundamentalmente por problemas con algún hijo o familiar preso, y entre ellos tiene que haber gente con un mínimo de buena voluntad con los qe se pueda tender un puente de diálogo para salir de esta situación".

Convencer a los cercanos a la coalición es, para Aranbarri, el único camino de solución, ya que "son el 12% de la población de Euskadi, y si no entran en razón, la esperanza se reduce considerablemente". Agregó que, aunque no lo digan públicamente, "hay gente cercana a HB que en privado reconocen que este atentado no les ha parecido bien".

El asesinato de Miguel Angel Blanco ha supuesto para Aranbarri "un salto cualitativo muy mportante, fundamentalmente por las 48 horas establecidas y la posterior ejecucion tan mezquina". Con esta nueva acción, dijo, "ETA se ha metido en una huida hacia adelante de la que no sabe cómo salir".

En su opinión, hay que esperar algún tiempo para pensar en el futuro "porque ahora los corazones están calientes", pero se mostró convencido de que "con propuestas como la de la pena de muerte para los terroristas no se arregla el problema de fondo".