En un curso de verano en El Escorial, Blanco hizo un recorrido por el papel que los partidos políticos han jugado a lo largo de la historia, y concluyó que ahora son "instrumentos de representación de mayorías".

Eso implica, explicó, que ya no son los partidos quienes marcan el camino, sino que es la sociedad quien se los marca a ellos. El trabajo consiste, pues, en traducir los deseos de esa mayoría social "en acción política coherente, tanto desde el gobierno como desde la oposición".

En la sociedad actual, dijo Blanco, sólo se puede representar a la mayoría con mensajes y acciones "de suma y de integración, no de resta y de confrontación".

"Por eso, la aparente decisión de los dirigentes del PP de trazar una raya divisoria y basar su estrategia de oposición en laconfrontación de media España con la otra media, no es sólo un grave error táctico, sino un paso en falso en términos históricos. Así no recuperarán el Gobierno y, además, corren el riesgo de desandar buena parte del camino que ha recorrido la derecha española desde la transición hasta nuestros días", alertó.

TAREA PENDIENTE

Lo más grave, añadió, "no es que un diputado que siempre se ha caracterizado por su sectarismo se lance a agredir a otro en el interior del Parlamento. Lo realmente grave es que los responsables de su partido lo amparen".

Blanco echó mano de la contraposición entre moderados y exacerbados para sentenciar que los dirigentes del PP "están excesivamente exaltados desde que perdieron el poder; y lo malo es que ellos y sus tutores mediáticos están tratando de trasladar ese estado de exaltación a un sector importante de la sociedad española".

Reiteró que el PP tiene aún pendiente la tarea de aceptar su derrota electoral. "Parece mentira que haya tenido que ser precisamente el señor Fraga quien les haya dado esa lección a sus compañeros de partido".

Blanco subrayó, como ejemplo, que la tarea de los socialistas en la década de los ochenta no sirvió al PSOE para ganar las elecciones a finales de los noventa, y no lo consiguió hasta que no ofreció un nuevo proyecto de futuro con el que se identificaron muchos ciudadanos.

De la misma forma, "mientras los dirigentes del PP sigan confundiendo su mundo con el mundo y la España de hoy con el Barrio de Salamanca, les veremos haciendo una oposición excéntrica que, además de extravagante, significa también lo que está fuera del centro".