La misiva, firmada de puño y letra por ambos presos de ETA, está fechada el 15 de julio y señala textualmente:

"Somos dos presos de ETA encarcelados en la prisión de Nanclares de Oca y queremos expresar desde aquí nuestro mayor rechazo y condena al secuestro y posterior aseinato de Miguel Angel Blanco Garrido.

También queremos expresar nuestra solidaridad y apoyo a los padres, hermana, novia y amigos en general de Miguel Angel.

Esperamos y deseamos que tanto ETA como HB tomen en consideración la respuesta de la mayoría de los ciudadanos de Euskal Herría que en estos momentos tan difíciles y duros se han echado a la calle para pedir paz y libertad.

Por lo cual, nosotros, desde la cárcel alzamos nuestras voces para pedir el cese de la lucha armada y la libertad e Euskal Herría, y, ante todo, una cosa que está por encima de todas las demás, que es el respeto y derecho a la vida.

Creemos sinceramente que hoy en día ya no tiene razón de ser la lucha armada y se puede defender toda clase de temas e ideologías en los Parlamentos, Ayuntamientos, etc, y sin querer extendernos más, desear que entre todos hagamos lo imposible para conseguir la paz en Euskal Herría.

Un abarazo a toda la familia de Miguel Angel".

Luis Gastón Arrieta es uno de los últimos press de ETA que han sido acercados al País Vasco. El pasado mes de junio, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias decidió trasladarle a Nanclares de Oca junto con otros presos de la banda terrorista, de acuerdo con la Ley General Penitenciaria.

Por su parte, Luis Gorriti, captado por la organización terrorista en 1986, comenzó su actividad criminal alojando en su vivienda a varios miembros de ETA y realizando labores de información con la ayuda de su compañera sentimental, Fidela García Bilbo. Asimismo, colaboró con el `comando Donosti', uno de los más sangrientos de ETA.