Así lo indicó Iñarritu en una entrevista en TVE recogida por Servimedia, donde recordó que en la legislatura anterior “lamentablemente” esta nueva ley no pudo salir a la luz porque había cuatro asuntos que eran “fundamentales”: los artículos “con los que más se sanciona”, material antidisturbios (las pelotas de goma) y las devoluciones en caliente en frontero.

Estos cuatro elementos, destacó, “si no se modificaban nosotros no íbamos a dar apoyo a esa ley”. Explicó que desde el inicio de esta legislatura PSOE y EH Bildu “vienen hablando” de esta reforma, “intercambiando papeles” y teniendo “muchas reuniones”. “Un trabajo arduo, pero con discreción”, añadió.

Preguntado por qué ahora el PSOE sí está de acuerdo en modificar estos aspectos, Iñarritu comentó que “el tiempo ha hecho su trabajo y en este momento el Gobierno se da cuenta de que no habiendo una mayoría de izquierdas en esta Cámara son difíciles de aprobar medidas y leyes de carácter social, pero donde sí hay un terreno para avanzar es en todas aquellas leyes que se dotan de una normativa más garantista y democrática en el Estado”.

Comentó que no cree que al Ejecutivo le “sorprendiera” que su partido presentara ayer el acuerdo porque en la negociación “también se acuerda cómo se va a hacer público”. “Que a alguna ministra le sorprendiera porque es del ramo, puede ser, pero el Gobierno sabía perfectamente porque es parte del acuerdo cuándo se iba hacer público”, espetó.

Asimismo, sobre el hecho de que Podemos considere esta reforma de “cosmética”, Iñarritu reconoció que este partido “ha mostrado ciertas reticencias”, pero “en ningún caso” considera que “vaya a tumbar esta nueva ley más garantista”. “Es un posicionamiento legítimo, pero no dudo de que finalmente vayan a apoyar esta nueva ley”, aseguró.

En relación con las pelotas de goma, explicó que el Gobierno tiene que presentar en próximas fechas “un calendario realista” para abordar esa reforma. Dijo que el Ministerio del Interior tenía “muchas resistencias” en este sentido, pero “ha considerado que era de sentido común”. “El PSOE se ha dado cuenta de que ese material antidisturbios es impropio del siglo XXI”, concluyó.