A su juicio, "algo habrá hecho mal Fomento para que se haya producido esa tremenda reacción, plenamente justificada, de unos madrileños que han visto sacrificado de manera radical su bienestar y sus derechos a la salud, el medio ambiente, el descanso y la seguridad".

Según los datos facilitados por Fomento en respuesta a una petición suya de información presentada en la Cámara Alta,durante el pasado mes de julio de 2005 se produjo un incremento del 7.000% de las quejas vecinales respecto al mes de enero del año pasado, coincidiendo con la entrada en funcionamiento -sin previo aviso a los municipios afectados- de las nuevas rutas.

Beteta resaltó que el impacto fue tal que Fomento se vio obligado a rectificar la marcha de las rutas, pero señaló que la entrada en funcionamiento de la T-4 ha consolidado el nivel de molestias hasta niveles preocupantes.

El portavoz popular exigió a Fomento que tome en consideración las quejas de los madrileños, y pidió a la ministra Magdalena Alvarez que "se ponga en el lugar de ese medio millón de madrileños que sufren una agresión continua a su bienestar más elemental".