En una entrevista concedida a Diario Vasco, Benegas negó rotundamente dichas acusaciones y las calificó de "estrategia incomprensible e inaceptable, porque es una calumnia y una falsedad total sin pruebas". A juicio del líder socialista, las palabras de Damborenea son "una estrategia coordinada de defensa de las personas que han estado implicadas en los GAL que consiste en pensar que el secuestro de Marey ha prescrito e intentan salvarse involucrando a los socialistas vascos y al presidente del Gobierno".

Benegas afirmó que "jamás" oyó al ex-secretario general de los socialistas vizcaínos hablar del GAL, ni plantear delante de su persona la guerra sucia contra ETA, y defendió su inocencia ante las acsaciones de Damborenea así como la de los ex-dirigentes socialistas vascos.

José María Benegas anunció que la reunión de González con Damborena no fue con él, sino con toda la ejecutiva de los socialistas vascos, que ésta se desarrolló poco después del asesinato de Enrique Casas, y en ella se habló de la situación del partido en Euskadi.

Según del dirigente del PSOE, durante la misma, Damborenea solicitó a González armas y planteó que "o se arma el partido o hay que pasar a la clandestinidad porqe ETA nos puede ir matando uno a uno"; a lo que el presidente le contestó que "la lucha contra ETA debe ser limpia y que se tenía que conseguir la colaboración con Francia a través de la mediación política".

Benegas no es partidario de que Barrionuevo deje su escaño en el parlamento porque "tenemos que defender la presunción de inocencia".

Por su parte, estima que estas acusaciones de Damborenea no van a forzar un anticipo mayor de las elecciones que el anunciado y que la única causa que, en su oinión, podría precipitar un adelantamiento de las mismas es "la falta de apoyos parlamentarios".

Considera Benegas que existe un "ataque terrible y brutal" hacia la persona del presidente González con "imputaciones que no se prueban".