A finales de 2006 la compañía se apuntó los ingresos por la venta del edificio Diagonal Sarriá, en Barcelona. Esta operación tuvo un impacto positivo en el resultado de ese año de 18,3 millones de euros.

Los ingresos de la inmobiliaria crecieron sólo un 1,1% en 2007, hasta los 813 millones de euros. Por ramas de actividad,los alquileres reportaron a la compañía 154,8 millones de euros, un 34% más, mientras que las operaciones de suelos supusieron unos ingresos de 294,7 millones, un 57,5% más.

Por contra, los ingresos procedentes de la venta de patrimonio y promociones de vivienda cayeron, los primeros un 23,5%, hasta los 33,3 millones, y los segundos un 29,4%, hasta los 323,4 millones.

Por otra parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 366,2 millones de euros, tras crecer un 24,4%. En concreto, el Ebitda de las rentas creció un 28,2% y el de promociones y suelo lo hizo un 33%, mientras que el de venta de activos bajó un 23,9%.

La deuda financiera neta de la compañía se situó en 1.969 millones de euros durante el pasado ejercicio, un 9,6% más que en 2006. El ratio de endeudamiento de la inmobiliaria a diciembre de 2007 se situó en el 31%.

A 31 de diciembre de 2007, la cartera de activos inmobiliarios de Realia tenía un valor total de 6.341,8 millones de euros, un 0,7% menos que en diciembre de 2006.

Realia reconoce que "la ralentización del mercado inmobiliario continúa afectando a las ventas de vivienda", por lo que la compañía afirma seguir reduciendo "el peso del negocio de promoción residencial con un menor número de promociones iniciadas y una importante desinversión en la cartera de suelo".