El decreto obre empleo, que entró en vigor el pasado día 8 de abril, deja sin derecho a la prestación contributiva de desempleo a los trabajadores que quedan en paro sin haber cotizado a la Seguridad Social al menos un año, por lo que tienen que acogerse al subsidio de paro.

La cuantía de este subsidio es del 75 por ciento del Salario Mínimo Interprofesional (42.000 pesetas al mes), mientras que la prestación contributiva se sitúa en el 70 por ciento de las bases de cotización, lo que supone, según Comisiones, ua pérdida de ingresos del 50 por ciento en relación a la situación anterior al "decretazo".

Los responsables de CCOO consideran que "la situación se puede agravar aún más en un momento de pérdida masiva de empleo y aumento del paro, como demuestran los últimos datos de la Encuesta de Población Activa publicados la semana pasada".