La anécdota se produjo a primera hora de la mañana, cuando la secretaria de Estado acudía al hemiciclo para asistir como invitada al debate del Código Penal. Fue entonces cuando, sorpresivamente, un ujier le paró en la entrada y le pidió que se identificase, seún informaron a Servimedia asistentes al "incidente".

Cuando el funcionario constató que María Teresa Fernández de la Vega no figuraba en la lista de personas que no son diputados ni ministros y que están autorizadas para entrar en el hemiciclo, le comunicó que lo sentía pero que no podía pasar.

El ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch, que también se disponía en ese momento a asistir al debate, se enteró de lo que estaba sucediendo y se acercó hasta el ujier para "garantizarle" que la persoa que no dejaba pasar era la secretaria de Justicia.

Al final, el funcionario sólo permitió su entrada después de hacer varias llamadas a los responsables de protocolo del Congreso y tras pedir una identificación a Fernández de la Vega.

Se dio la circunstancia de que la inusual escena se produjo justo en el momento en que pasaban muy cerca los presidentes del Congreso, Félix Pons, y del Senado, Juan José Laborda, que no se enteraron del incidente y no pudieron "interceder" ante la tenacidad del uier.