En su intervención en el cierre de la campaña electoral de Unidas Podemos en Castilla y León, Belarra puso así el último jalón de la polémica de la semana en el Ejecutivo de coalición, la desatada por la propuesta de reforma fiscal del espacio confederal adelantándose al comité de expertos que el Ministerio de Hacienda ha encargado un informe para ello.

Antes, llamó a los castellanos y leoneses a votar el domingo frente a un PP que, según ella, no cree en la democracia sino que “allí donde gobierna instaura cleptocracias” porque son “una banda de ladrones”. Avanzó que, si el candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Junta, Pablo Fernández, llega al Gobierno regional, no va a dejar ni una alfombra sin levantar para destapar la presunta corrupción de ese partido.

Frente a este PP “asalvajado, en rebeldía contra la Constitución”, lamentó que ve a un PSOE “timorato”, que, lejos de escarmentar con el caso de Murcia, apuesta por la geometría variable. “Cada vez que nos damos la vuelta, el PSOE mira a la derecha”, denunció. En esa línea, criticó que los socialistas siempre “intentan incumplir el acuerdo de gobierno”, como según ella pudo ocurrir con la Ley de Vivienda o la ley Trans, y "ahora lo vuelven a hacer, escondiendo detrás de un informe de expertos para no cumplir el acuerdo de gobierno y hacer una reforma fiscal ambiciosa".

"Se lo voy a decir muy claro", advirtió al PSOE. "¡Cuando se firman acuerdos con Unidas Podemos, se cumplen!". Y garantizó: “Vamos a exigir que cumplan hasta la última coma del acuerdo de gobierno, porque ya es hora de que la gente más rica en España pague lo que le corresponde”.

Pero no se limitó al tema fiscal. En pleno ‘crescendo’ de voz y tono, Belarra proclamó: “Vamos a exigir que cumplan de una vez por todas con la Ley de Memoria Democrática”. Y remató: “¡Es una vergüenza que el Partido Socialista no cumpla con la Ley de Memoria Democrática y no tengamos de una vez por todas una ley que nos permita juzgar de una vez a los criminales franquistas como Martín Villa!”.

Estas dos exigencias al PSOE le valieron para terminar proclamando que Unidas Podemos es la garantía de que los acuerdos de gobierno se cumplen y para emplazar a los votantes progresistas a que, si quieren un gobierno “nítidamente de izquierdas sin experimentos con la derecha”, voten el domingo a la candidatura liderada por Pablo Fernández.

PABLO FERNÁNDEZ E IRENE MONTERO

Fernández cerró el acto recordando una vez más que el actual presidente de la Junta y candidato del PP a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco, era el presidente del Comité de Garantías del partido cuando los casos de corrupción 'Gürtel', 'Púnica' y 'Lezo'. Desmintió el “mantra” de que el PP gobierne mejor, asegurando que sólo uno de cada mil puestos de trabajo se creó en Castilla y León, y también desdeñó su promesa de bajar el Impuesto de Sucesiones, lo que sólo favorecería a 15.000 ricos en toda la región.

El candidato volvió a acusar al PP de no dejar más salida a los jóvenes de la región que marcharse, y presumió de que Unidas Podemos es la única candidatura que “siempre dice la verdad, en parte por los 450.000 euros recaudados en microcréditos, “la mejor vacuna contra la corrupción”.

Apostó por la educación pública “sin ambages”, insinuando que el PSOE no lo hace siempre, y acusó al PP de haber convertido los servicios públicos como las residencias y la red de asistencia en objeto de lucro para sus “amiguetes”. Sobre este mismo tema, prometió una comisión de investigación para depurar responsabilidades por la orden de no haber trasladado a ancianos a hospitales durante la epidemia de coronavirus.

Finalmente, se declaró “orgulloso” de haber sido quiosquero, porque a la gente de Unidas Podemos nadie les “regala nada”, después de haber terminado con buen expediente la carrera de Derecho, y lo contrastó con que Mañueco tardó 10 años. Retomando el tema fiscal, prometió acabar con la elusión fiscal en Castilla y León, luego prometió una ley de diversidad sexual, dado que la comunidad todavía no la tiene, y recogiendo el de la memoria histórica, avanzó que, si llega al Gobierno, impulsará también una norma autonómica en este sentido.

Antes que ellos, la ministra de Igualdad, Irene Montero, preguntó “qué ha hecho el Partido Popular por ti en estos 35 años”, para responder: corrupción, mentiras, bulos, manipulación, despoblación y maltrato de los servicios públicos”, con lo que el PP “vacía de vida Castilla y León”.

Luego denunció que sólo un hospital público de la región practica abortos, que se han cerrado consultorios y escuelas rurales, que se ha dejado a los mayores en manos de “buitres de las finanzas”, que la Junta sólo destina un 0,08% de su presupuesto a igualdad, y advirtió de que cuando se cierran servicios públicos, los cuidados recaen sobre los hombros de las mujeres.

Montero defendió como logros “imposibles” de Unidas Podemos la subida del Salario Mínimo, el Gobierno de coalición y sus “leyes más importantes”, así como el cuidado de la mayoría progresista que las saca adelante. “Somos la mejor garantía de que los cambios son útiles”, proclamó, antes de acusar al PP de tratar de “destruir todos los vínculos sociales” y de hacer pensar que los demás son enemigos. Frente a eso, pidió a sus seguidores hacer que los votantes de otros partidos encuentren en ellos razones para votar a UP.

GARZÓN Y OTROS INTERVINIENTES

El ministro de Consumo y coordinador federal de IU, Alberto Garzón, comenzó diagnosticando “fragilidad” en la campaña del PP, a quien ve “pidiendo la hora” como en el fútbol. Seguidamente recordó la polémica sobre las macrogranjas, suscitada según él para evitar la rendición de cuentas del Gobierno regional, se vanaglorió de haber demostrado que era un bulo y retó a Pablo Casado y a Alfonso Fernández Mañueco a fotografiarse en una de ellas.

Más en general, llamó a cambiar el sistema capitalista porque el planeta no puede sostenerlo y negó que haya libertad sin acceso a los servicios públicos o con salarios precarios. Por eso, criticó que el PP ofrezca bajadas de impuestos “para que la clase trabajadora tenga que ir mendigando los servicios”.

Finalmente, Garzón advirtió a los ciudadanos de que si se abstienen será la derecha oligárquica quien gobierne, y para impedirlo presentó “un clima abierto” de cara al domingo y llamó a que la izquierda vote masivamente y sus partidarios traten de convencer a sus conocidos de derechas.

El coordinador de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde, denunció que sobre las macrogranjas algunos “se ponen de perfil”, igual que cuando se iba a instalar una multinacional en Salamanca y sólo pudieron impedirlo, dijo, las movilizaciones de IU y Podemos. Según advirtió, el mayor problema para el campo va a ser el cambio climático, y los demás partidos lo ignoran.

Los otros candidatos locales que intervinieron, Juan Gascón y María Sánchez, también pusieron énfasis en la importancia de los impuestos. La segunda, concejal y 'número dos' en Valladolid, criticó a los “negacionistas” que, como los de las vacunas, “van en contra de lo que nos protege” y sólo favorecen al 0,7% más ricos bonificando el Impuesto de Sucesiones.

Además, Sánchez criticó al PP y Vox por haber mandado a sus líderes nacionales a la campaña y haber tratado como menores de edad a los castellanos y leoneses, como quien visita “un parque temático de la despoblación”. El primero, cabeza de lista por Burgos, llamó la atención sobre una concesión realizada a un García-Gallardo, apellido del candidato de Vox a la Presidencia de la Junta.