LOS BEDELES DE LA ASAMBLEA DE MADRID TENDRAN QUE PONERSE DE PIE Y SALUDAR "CON RESPETO" A LAS AUTORIDADES REGIONALES
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Los bedeles de la Asamblea de Madrid tendrán que ponerse de pie y saludar "con respeto" a las autoridades regionales y de la Mesa del propio Parlamento autónomo, de acuerdo con las normas de comportamiento que quiere aplicar el nuevo presidente de la Cámara, Juan Van-Halen, del Partido Popular.
Van-Halen declaró a Servimedia que una de sus primeras iniciativas consistirá en "dignificar" la Asamblea, tanto interna como externamente, si bien recalcó que sólo pretende recupear normas que "ya existían".
Subrayó igualmente que esas medidas "nunca irán contra los derechos de los trabajadores" y que su intención en mantener una actitud "abierta y dialogante" con todos los empleados de la Cámara.
Las propuestas impulsadas por Van-Halen han tenido un eco diferente entre los trabajadores y los distintos sindicatos que componen la representación sindical, a los que transmitió días atrás el nuevo presidente sus intenciones.
Mientras algunos funcionarios consideran que "as nuevas normas" son un gesto de "pleitesía", otros señalan que "por parte de algunos se había relajado mucho el cumplimiento de estas normas de respeto".
Los más críticos con Van-Halen, miembros de plataformas sindicales independientes, dicen que no es necesario "ponerse de píe cada vez que venga una autoridad, impedirnos estudiar cuando no hay mucho lío o hablar con los periodistas" y han pedido que estas normas se las entreguen por escrito.
Van-Halen, que dice estar acostumbrado a "un comportmiento cordial, ya que vengo del Senado", precisó que persigue que los trabajadores, "excelentes en su gran mayoría", cumplan con su trabajo. Refiriéndose en concreto a las relaciones entre éstos y los periodistas, negó haber impuesta ninguna restricción, aunque dijo que "en una Cámara seria los empleados no llevan sus reivindicaciones a los medios".
Asimismo, afirmó que no pondrá por escrito el trato que los empleados deben dar a las autoridades regionales y lo razonó de la siguiente manera: "Las noras de educación o urbanidad no se escriben. Nadie pasa al papel la prohibición de empujar a las ancianitas cuando cruzan un semáforo".
La voluntad de Van-Halen es tener un "comportamiento abierto" en todos los temas de personal, pero considera lógico recibir "ciertas contrapestaciones".
El presidente del legislativo madrileño, tras reconocer que "la actual realidad es deficiente", refiriéndose a la actitud de algunos funcionarios, subrayó que su objetivo principal es que los ordenanzas, "los anfiriones, los primeros que reciben a un visitante", tengan un trato respetuoso con los miembros de la Mesa, del Gobierno regional y con el resto de la autoridades de la CAM".
(SERVIMEDIA)
03 Jul 1995
SMO