Las menores posibilidades de enfermedad cardiovascular que presentan los bebedores moderados de vino está relacionado con una reducción del LDL-colesterol y de la capacidad de agregación plaquetaria, así como con un aumento de la actividad antitrombin.

El doctor Antonio Salgado, coordinador científico de la fundación, destacó un estudio reciente patrocinado por el Gobierno estadounidense sobre los hábitos de bebida de 500.000 personas durante diez años. Según esta investigación, los individuos que toman una o dos unidades de vino al día registran una mortalidad un 20% menor que los restantes grupos de población.

Salgado hizo alusión también a las propiedades anticancerígenas de alguno de los componentes del vino, como el resveratrol, que ha dmostrado poseer una actividad quimioprotectora, al inhibir la iniciación, promoción y progresión de determinados rumores.

Este experto agregó que ya nadie duda de los efectos beneficiosos del consumo moderado de vino sobre la mortalidad global y cardiovascular. "Sólo existen discrepancias sobre los mecanismos responsables de estos efectos", afirmó.