Un portavoz de este banco, integrado en Argentaria, ha manifestado que los ayuntamientos son buenos clientes y que este banco, que concentra sus operaciones en el ámbito de las corporaciones locales, no ha tenido históricamente problemas con el pago de sus créditos, y la prueba es que su morosidad actual se encuentra por debajo del 1 por cien del total de créditos, frente a la media de la banca, que se encuentra en torno al 7 por cien.

La decisión del Ayutamiento de Málaga ha abierto un serio debate en la comunidad financiera en la medida que puede abrir una brecha por la que se produzcan decisiones similares en otros ayuntamientos españoles, alguno de los cuales acumulan importantes deudas.

Medios jurídicos consultados por Servimedia consideran que el auténtico problema en este sentido es la imposibilidad de actuar ejecutivamente contra los ayuntamientos que no atienden a sus obligaciones de pago excepto en aquellos bienes no sometidos a derecho públco, lo que podría dificultar la acción de las entidades financieras a la hora de intentar recuperar los créditos, en caso de impago.

Los riesgos en el ámbito de las corporaciones locales se extienden más allás del Banco de Crédito Local a numerosas entidades bancarias, entre las que se encuentra algunos de los bancos japoneses presentes en España, que han sido especialmente activos en la financiación de corporaciones locales.