El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, explicó en un encuentro con periodistas que la decisión del partido dependerá "de cómo evolucionen los acontecimientos" y del compromiso que adquiera el presidente del Gobierno.

Para conocer ese grado de compromiso con el esclarecimiento de lo sucedido, el secrtario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, preguntará a Aznar en la próxima sesión de control si está dispuesto a aceptar una comisión de investigación.

Según Blanco, esa comisión serviría para aclarar la actuación del Banco de España, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, y del propio Gobierno, y se podrían depurar responsabilidades políticas. Pero si el PP niega esta posibilidad, "estaríamos en otro escenario" y habría que optar por otras vías de averiguación. "Ninguna está exclida", aseguró Blanco.

El dirigente socialista expuso su tesis sobre la tardanza en conocerse la existencia de estas cuentas, pese a que las condiciones de la fusión del BBV con Argentaria resultaron extrañas en su momento.

LAS CONSECUENCIAS DE GESCARTERA

"Los órganos fiscalizadores, después de una etapa de connivencia con el problema, especialmente el Banco de España, y después de haber visto el transcurrir de todo lo relacionado con Gescartera, hicieron que este asunto se conociese porque estaan preocupados por su papel. Si eso se probase", agregó, "la responsabilidad de Caruana sería proporcional al tiempo que mantuvo oculta una información relacionada con una actuación irregular".

"El asunto Gescartera está dando mucho que hablar porque, como consecuencia, estamos conociendo éste y conoceremos algún otro asunto", comentó Blanco.

Los socialistas ven "zonas oscuras" en la actuación del Banco de España y están además convencidos de que el secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Roríguez-Ponga, ex asesor del banco, conocía la existencia de las cuentas.

En este punto, Blanco juzgó "de nota" el comportamiento de los dos últimos secretarios de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna y Rodríguez-Ponga, y suscribió las palabras de Alfonso Guerra, quien ayer se refirió al ministro Cristóbal Montoro como "un pescador de personajes poco de fiar".

En todo caso, Blanco no dudó de la implicación del Ejecutivo. "El Gobierno estaba en el ajo, porque si no no se explica que el señor Anar diga una cosa y el señor Rato, otra. Cuando el presidente y el vicepresiente manifiestan opiniones contrarias en relación a un asunto de esta naturaleza, es que algo no va bien".

"Además de que no va bien la relación entre ambos, se ocultan información o se engañan", esta contradicción demuestra, a juicio de Blanco, "que uno de los dos miente".

TRANQUILIDAD EN FERRAZ

Ante la insinuación de Rato de que es Rodríguez Zapatero quien "tiene la llave" para aclarar lo ocurrido, Blanco aseguró que as menciones del PP al líder socialista son proporcionales a su inquietud, y especialmente en el caso del vicepresidente segundo, "que juega a la sucesión" y sabe que Zapatero sería su contrincante.

Frente a esa inquietud, aseguró que a la dirección socialista no le preocupan las repercursiones internas que podría ocasionar el esclarecimiento de los hechos, ni la posible relación de este asunto con la financiación irregular de partidos políticos españoles.

"El PSOE paga religiosamente sus crédito, incluidos los del BBVA. Su financiacion es transparente y de eso es de lo que responde la Ejecutiva Federal". Por la financiación irregular del partido en su momento, recordó, ya se asumieron responsabilidades penales, políticas, incluso pecuniarias.

Blanco explicó, finalmente, que la relación de la Ejecutiva con Carlos Solchaga es "fluida" y que el ex ministro "no tiene ninguna inquietud en relación con este asunto".