Así consta en una declaración firmada remitida ayer por González a Garzón, a la que tuvo acceso Servimedia, y que fue hoy corroborada por el presidente del BBVA ante el magitrado.

González comienza su misiva afirmando que no informó del asunto de las cuentas opacas del BBV a ningún miembro del Gobierno español. "No he mantenido reunión alguna con autoridades políticas españolas, ni de ningún otro Estado u organización internacional sobre los hechos objeto de investigación en las diligencias que son instruidas en su juzgado", dice la carta.

A partir de esta afirmación, el presidente de la entidad vasca desgrana cronológicamente los hechos acaecidos respecto a las cuetas opacas desde que él tuvo conocimiento de ellas, a mediados de septiembre del año 2000, cuando Ybarra le informó "personalmente y por primera vez" de su existencia.

González asegura que estas cuentas no estaban en la contabilidad del banco y que Ybarra no le precisó la cuantía, a pesar de que, durante los meses de octubre y noviembre le reiteró en diversas ocasiones que "había que reintegrar los fondos a la contabilidad del Banco".

A mediados de diciembre del 2000, "como quiera que no se habíaprogresado en la implantación de la medida propuesta", mantuvo otra reunión con Ybarra, en la que le exigió que regularizara la situación. En esta reunión, González conoció que los fondos estaban en una fundación en Liechtenstein y decidió que había que regularizar la situación y ponerlo en conocimiento del Banco de España.

A finales de diciembre, conoció que la cuantía de los fondos en la Fundación Amelan ascendían a 33.854 millones de pesetas y, aún con "ciertas dudas por parte de Emilio Ybarra", vovió a acordarse arreglar la situación.

A partir de este momento, Emilio Ybarra dijo que iba a informar a los consejeros procedentes del BBV, mientras que Francisco González apuntó que era mejor que los procedentes de Argentaria no lo conocieran "para evitar una probable fractura" en la dirección del banco.

BANCO DE ESPAÑA

El 19 de enero de 2001, González e Ybarra acudieron al Banco de España para informar al gobernador de la regularización contable. La explicación "sucinta" corrió a cargo de Ybrra, quien explicó que los fondos no reflejados en la contabilidad hasta ese momento tenían como origen "operaciones de autocartera del Banco de Vizcaya".

El Banco de España inició una investigación y a finales de mayo volvió a citar a los dos copresidentes de la entidad para pedir más documentación, que le fue encargada a dos altos cargos del banco, uno de ellos sin que González se enterara.

"Es a partir de ese momento cuando paulatinamente, en los meses de junio y julio de 2001, voy conociendo ...) los movimientos experimentados en los fondos no reflejados en la contabilidad hasta el cierre de 2000", continúa González.

PAGOS ELECTORALES

Entonces, confirmó el actual presidente del BBVA, conoció que los fondos se utilizaron para "adquisición de acciones de Argentaria a través de un contrato suscrito con Bankers Trust y su posterior venta, la incorporación de las cuentas de UBS y Sopoertchmie a la Fundación Amelán y la compensación contra el patrimonio de la fundación en 1995 de las pérdidasexperimentadas en operaciones especulativas de divisas en el área de tesorería del Banco".

Además, según explica en la carta, conoció también entonces "las transferencias para contribuir a campañas electorales en un país lationamericano y la transferencia de cantidad a Alico, si bien sobre este último punto sin información de la operación, cuantías o nombre de los beneficiarios, que seguía sin serme proporcionada".

DESACUERDOS

A partir de este instante, según relata González, los servicios del BVA elaboran un informe para remitir al Banco de España. El primer borrador es rechazado por González porque no reflejaba con detalle el uso de los fondos y, más concretamente, los fondos de pensiones de Alico.

Tras varias diferencias, se acordó que se estudiaría el informe tras el verano de 2001, pero, a la vuelta de las vacaciones, el informe fue remitido al Banco de España sin su conocimiento, por lo que "llamé al Gobernador del Banco de España para informarle de que se había presentado sin mi conoimiento y consentimiento".

Luego, según relata, a sus espaldas, Ybarra solicitó una reunión con el Gobernador del Banco de España, acompañado del entonces consejero delegado del BBVA, Pedro Luis Uriarte, y se reunieron.

Días más tarde, Jaime Caruana convocó a Ybarra y a González para transmitirles el descontento del órgano regulador con el informe presentado por el banco y "la necesidad de contar con más información".

De nuevo surgieron las discrepancias con Ybarra sobre "el grado de detalleque había de proporcionar sobre las transferencias a Alico", según relata, dado que se trataba de un asunto que "todavía entonces no conocía".

Ybarra dijo entonces que al Banco de España debía informársele de que la formación de los fondos era para "facilitar una posible toma de posición en Bancomer", pero González negó que esto fuera creíble.

Entonces Ybarra se negó a detallar la finalidad de los fondos alegando que González no estaba entonces en la entidad ni había participado en las operacione, por lo que no tenía que conocerlas. Por ello, Ybarra remitió por su cuenta un escrito al Banco de España sobre los fondos de Alico.

González relató que no conoció nada de los fondos hasta que tuvo acceso al informe de Inspección del Banco de España en marzo de 2002.

Por último, Francisco González asegura que, para evitar que estos asuntos afectaran gravemente al Banco, propuso a Ybarra y Uriarte que abandonaran la dirección de la entidad en diciembre de 2001, "a lo que accedieron voluntariament".