Macroeconomía
BBVA eleva al 2,1% su previsión de crecimiento para este año y reduce al 2% la de 2025
- Sitúa la inflación en el 3,1% en 2024 y en el 2,3% el año que viene
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BBVA Research ha elevado su estimación de crecimiento del PIB para 2024 en el 2,1%, frente al 1,5% de la última estimación gracias al “dinamismo del consumo privado”, las exportaciones de servicios o el abaratamiento de los precios de la energía, a la vez que ha reducido su augurio para 2025 hasta el 2%, cinco décimas menos, por el impacto de la política fiscal.
Esta es la principal conclusión del informe trimestral ‘Situación España’ que presentaron este miércoles el director de BBVA Research y economista jefe de Grupo BBVA, Jorge Sicilia; el responsable de Análisis Económico, Rafael Doménech; y el economista jefe para España y Portugal, Miguel Cardoso.
Acerca de la inflación, la previsión es que pudiera alcanzar el 3,1 % en 2024, casi medio punto por debajo de lo previsto en noviembre, y el 2,3 % en 2025. Sicilia señaló que la oferta “se está normalizando pese a la situación geopolítica” con precios de materias primas mejor de los esperados y una demanda que está sufriendo una “moderación suave”. “Esta evolución agregada nos está llevando a la moderación de la inflación, que creemos que va a continuar en los siguientes trimestres, y a un aterrizaje suave del crecimiento”, subrayó.
El economista destacó que se han producido “sorpresas muy importantes” con las exportaciones de servicios, donde se ha ganado competitividad, en un entorno “apoyado por una inmigración fuerte”, por un precio del petróleo que sigue “bajo” y una política fiscal que “va a apoyar algo más de lo que contemplábamos”. “Seguimos teniendo el impulso de los fondos europeos. Esto nos lleva a revisar al alza el crecimiento de este año”.
Doménech, por su parte, concretó que las previsiones se revisan al alza en dos décimas debido a los datos económicos de finales del año 2023, al abaratamiento de los precios de la energía, que aportan entre 0,3 y 0,4 puntos más y, por último, a la política monetaria, que va a iniciar una bajada de tipos “antes y con más intensidad de lo que preveíamos”. No obstante, la entidad advirtió que el mundo se enfrenta ahora a mayores riesgos geopolíticos que pueden volver a elevar la inflación por encima del objetivo del 2%.
CRECIMIENTO DEL 0,6%
El alza de la revisión anual se basa en unas estimaciones en tiempo real que podrían llevar al PIB a estar creciendo un 0,6% a nivel trimestral, lo que extrapolado a todo el año podría conducir a un incremento del 2,4%. Detrás de estos datos, se encuentra el gasto de los hogares que sigue utilizando el ahorro embalsado desde la pandemia y una “mejora” de los salarios reales, lo que junto “con la creación de empleo, provoca un aumento de la masa salarial y, por lo tanto, de la renta disponible de las familias”.
Los economistas de la entidad destacaron el impacto que tiene la inmigración en la creación de empleo. Cardoso señaló que es un tema “diferencial” la capacidad de España de absorber la llegada de la población hacia la generación de empleo, lo que “muy probablemente está metiendo a la economía en un círculo virtuoso de mayor empleo, mayor crecimiento de la demanda y mayor incremento de capacidad de las empresas”.
En cuanto al consumo, se están produciendo cambios en la composición, ya que, desde la pandemia, los servicios han ganado 18 puntos mientras que se está produciendo una “fuerte pérdida” del consumo de bienes, como, por ejemplo, el textil. “La gente está priorizando la restauración y su salud, está priorizando estos servicios que están ganando peso dentro de la cesta de consumo y está reduciendo la participación dentro de su cesta de consumo de bienes”, explicó Cardoso.
Sicilia señaló que elementos como estos, que “no cabe calificar necesariamente como temporales”, están impactando positivamente sobre la economía, pero les “preocupa” que no “se estén generando las condiciones para que este proceso sea sostenido en el tiempo”, algo que se observa principalmente en la tendencia de la inversión privada.
En este 2024, la aceleración de los costes laborales y el impacto del incremento del SMI en la actividad de sectores donde se utiliza de manera intensiva restarían una décima de crecimiento a la economía española.
PREOCUPACIONES
Para el año 2025, Doménech concretó el recorte de las previsiones como consecuencia de una menor demanda europea y de una política fiscal que “tendrá que ser contractiva” para cumplir con las nuevas reglas fiscales. Según el cálculo del BBVA, el “esfuerzo de consolidación” de España durante los próximos años restaría 0,3 puntos de crecimiento al PIB en 2025, pues “lo que hemos hecho durante todos estos años ha sido traer crecimiento del futuro hacia el presente”.
Sin embargo, una de las principales preocupaciones resaltadas por el centro de estudios de BBVA es la “atonía” de la inversión privada en España, que se ha “desacoplado” respecto a otros países de Europa, algo que es “todavía más preocupante” con la llegada de los fondos europeos, que deberían generar un entorno de demanda de crédito más fuerte, cuando este está cayendo un 7%.
Desde la entidad, advirtieron que es un fenómeno que no ocurre en otros países europeos y un factor que puede explicar esta diferencia es el “fuerte” aumento del gasto público, que se ha concentrado sobre todo en gasto corriente. Doménech señaló lo importante no es la cuantía de gasto, sino la calidad de su ejecución, algo en lo que España sale perdiendo debido a cuestiones “institucionales relativas de incertidumbre regulatoria”. También preocupa a BBVA Research el crecimiento de la productividad en España respecto a la media europea.
COMPARACIÓN CON EUROPA
La actualización de las previsiones por parte de BBVA confirma la tendencia que arrastra España desde 2022 de registrar un crecimiento de su economía mayor al del conjunto de la economía europea.
Para explicar el fenómeno, Cardoso destacó, en primer lugar, que la caída de la economía española fue mayor en un primer momento tras la pandemia, pero sí hay factores distintos como el impacto de los tipos de interés, que no han frenado el consumo; el coste de la energía, que se podría estar elevando menos “como consecuencia de las políticas aplicadas”.
No obstante, el factor más importante es que en estos últimos años ha sido la industria el sector económico más afectado por los incrementos de precios de materias primas energéticas, mientras que España se ha visto favorecida por la recuperación del sector servicios, cuyo consumo ha aumentado.
Sin embargo, desde la entidad también advirtieron que este mayor crecimiento del PIB español sobre las economías europeas teniendo en cuenta, además, el impacto de la llegada de más población esté contribuyendo a reducir la brecha en términos de PIB per cápita.
FONDOS EUROPEOS
Sobre los fondos europeos, creen que se ha alcanzado una “velocidad de crucero” con una ejecución que ya se situaría en más de 33.500 millones de euros de los 70.000 millones ya movilizados. Según sus cálculos, de continuar este ritmo, se podrían ejecutar 80.000 millones de estos fondos para finales de 2026, lo que supondría otro factor de crecimiento de la economía.
Sin embargo, subrayó que la adenda del Plan de Recuperación, por el contrario, tendrá un “impacto limitado” porque el crédito a las empresas está descendiendo. “Salvo que las condiciones que todavía no conocemos vayan a ser muy favorables, es difícil pensar que en este entorno de desapalancamiento que se sigue produciendo en el sector privado, la adenda vaya a tener un impacto muy positivo”, explicó el economista.
(SERVIMEDIA)
06 Mar 2024
JMS/gja