EL BBV PRONOSTICA QUE LA INFLACION SEA DEL 2,6% ESTE AÑO, LO QUE OBLIGARIA A PAGAR OTROS 68.000 MILLONES A LOS PENSIONISTAS
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El Servicio de Estudios del BBV estima que el IPC aumentó un 0,4% el pasado mes de agosto, lo que sitúa la inflación interanual en el 2,4%, dos décimas por encima de la acumulada hasta julio.
El subdirector de dicho Servicio, David Taguas, explicó hoy a Servimedia que las previsiones de los expertos del BBV apuntan actualment a que la inflación interanual será en los meses de noviembre y diciembre del 2,6%, ocho décimas por encima de lo establecido en los Presupuestos del Estado de 1999.
Esa desviación tiene una importancia presupuestaria de primer orden, ya que a los pensionistas hay que compensarles por la diferencia entre la previsión oficial y el incremento real del IPC a la altura de noviembre de cada año.
En caso de confirmarse el pronóstico del Servicio de Estudios del BBV, la desviación sería de ocho décimascada décima de revalorización de las pensiones cuesta alrededor de 8.500 millones de pesetas, lo que da un coste total de 68.000 millones.
Además, esa cifra se refiere sólo a las pensiones contributivas y no incluye, por tanto, el coste de una eventual compensación a las pensiones no contributivas y asistenciales, que son las que han estado en el centro de la polémica política por la decisión de los Gobiernos de Andalucía y Cataluña de subirlas por encima de lo fijado en los Presupuestos del Estado. Según el Servicio de Estudios del BBV, el repunte del IPC en agosto, en un 0,4%, obedece sobre todo a la subida del precio de las gasolinas y el butano, a lo que se ha añadido el incremento del precio de los alimentos elaborados. Los servicios, sin embargo, muestran una cierta moderación, que ha permitido rebajar su tasa interanual del 3,5% en julio al 3,2% en agosto, con lo que, de todas maneras, es sensiblemente peor que el promedio de la cesta de la compra.
El Servicio de Estudios del BBV estim que, con el negativo dato de agosto, ya no es verosímil mantener el objetivo oficial de inflación del Gobierno, salvo que se apliquen medidas de choque, como una rebaja sustancial de los impuestos sobre los carburantes y otros artículos de consumo masivo, lo que tendría, a su vez, un alto e indeseable coste presupuestario.
David Taguas advirtió de que el repunte inflacionista puede provocar en el 2000 una pérdida de competitividad exterior, que ha dejado de ser corregible manipulando el tipo de cambi, por lo que, de no ser corregida, se traducirá en pérdida de mercados exteriores.
A su juicio, la economía española debe tener presente que la política monetaria del Banco Central Europeo está pensada sobre todo para los paises centrales del euro y que puede resultar demasiado expansiva para España si no se aplica una política presupuestaria y de rentas adecuadamente compensatoria.
(SERVIMEDIA)
08 Sep 1999
A