Los expertos del BBV señalan que se han visto obligados a corregir a la baja su anterior previsión, que aún estimaba un crecimiento positivo del 0,5 por cien, ante "el entorno poco favorecedor de la economía internacional".

No obstante, mantienen la opinión de que habrá una ligera recuperación en el segundo semestre, en el que la economía crecerá un 0,4 por ciento, frente a una caída del 0,7 por cien en los ses primeros meses del año, gracias en buena parte al "esperado impulso del turismo".

El BBV estima que la inversión caerá un 4 por ciento a lo largo del año, aunque en la construcción ya mostrará tasas positivas, del 0,3 por cien, en el segundo semestre.

El consumo privado se reducirá un 0,9 por ciento, debido a la caída de la renta familiar provocada por el crecimiento del paro, en tanto que el consumo público (compuesto por los salarios de los funcionarios y las compras de bienes y servicios porparte de la Administración) se incrementará sólo un 0,8 por cien.

Lo más positivo será la mejoría del déficit de la balanza por cuenta corriente, que quedará en un 2,1 por ciento del PIB, frente al 3,2 por cien del año pasado. A ello contribuirá un crecimiento del 6 por ciento en las exportaciones y un descenso del 2,4 por cien en las importaciones.

La remuneración por asalariado crecerá un 6,5 por ciento, frente a un 9 por ciento en 1992, lo que contribuirá a moderar la inflación, que se situaráen el 4,6 por cien (1,3 puntos menos que el año anterior).

El BBV es el único instituto privado que, hasta hoy, mantenía una previsión positiva de crecimiento. Su nueva estimación coincide con la formulada ayer por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, que también prevé una caída del 0,2 por cien en el PIB de este año.