EL BBV IMPONE UN SEVERO CODIGO DE CONDUCTA A SUS DIRECTIVOS
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El presidente del Banco Bilbao Vizcaya (BBV), Emilio Ybarra, ha impuesto un código de conducta entre sus directivos que incluye la prohibición del manejo de infrmación privilegiada para hacer negocios privados, informar a la "cúpula directiva" del banco de las relaciones familiares con otras personas del grupo, y entregar al banco todas aquellas comisiones y retribuciones anexas a su sueldo que puedan obtener por el ejercicio de sus funciones.
El nuevo código de conducta de Altos Directivos del BBV, anunciado hace unas semanas por Ybarra, pretende ser un ejemplo de lo que las empresas y entidades financieras deben aportar para acabar, según el máximo responsble del banco, con las constantes acusaciones de corrupción que afectan a todos los estratos sociales y económicos del país.
Las limitaciones impuestas por el banco a sus gestores más importantes hacen también referencia al permiso de la entidad con el que deberá contar cualquiera de los altos cargos para vender o comprar bienes del BBV, a no ser que se haga de forma transparente y por iniciativa de la propia entidad.
El estado financiero de sus directivos es algo que el BBV desea "atar corto" paa que no existan dudas, y para lograrlo impondrá a los altos cargos y sus familiares directos (esposo o esposa e hijos) la obligatoriedad de comunicar su situación deudora con la propia entidad u otras ajenas al grupo, y fijará un nivel tope de deuda que cada directivo podrá tener proporcionalmente a los ingresos que percibe por su actividad en el BBV.
Tampoco podrán aceptar obsequios, regalos o atenciones de clientes o proveedores que puedan interpretarse como condicionante de su actividad en el banc, y en el caso de las comisiones que a veces se ofrecen por los proveedores, repercutirlas en la factura de compra haciendo que el coste de la operación sea menor para la entidad.
Como contrapartida, el banco reconoce la obligación de mantener en estado de perfecta formación a sus directivos, de acuerdo con las labores que tiene asignadas, y facilitar las propuestas de innovación y mejora de los productos que vende, pero advierte que esa mejora técnica y comercial en la gestión debe ser una preocupacin constante del directivo.
Otras limitaciones ya existentes como el uso de recursos del propio banco para efectuar negocios particulares o utilizar al personal de la entidad en tareas que no son las que tienen asignadas se mantienen, mientras que se impone de manera expresa la exclusiva dedicación al grupo, a no ser que el banco autorice realizar otras actividades fuera de él.
El Código de Conducta concede un apartado especial para la Confidencialidad que deberán mantener los altos cargos del bano, tanto en sus relaciones internas con otro persolnal de la entidad como con terceros, y hace extensiva la prohibición tanto a los datos sobre operaciones y movimientos de capital realizados por los clientes como a los estados financieros, negocios y proyectos que pueda tener el BBV.
Esas pautas de comportamiento en la esfera directiva del BBV será obligatoria, y estará sometida a la actuación de una Comisión con tres miembros, dependiente de la Dirección de Recursos Humanos y cuya finalidad será velrt por el cumplimiento del código.
(SERVIMEDIA)
02 Mar 1993
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