Así lo avanzaron a Servimedia fuentes parlamentarias al término de una Junta de Portavoces que se prolongó excepcionalmente durante más de una hora, debido principalmente a la larga reflexión que sostuvieron Batet y los representantes de los grupos sobre el rifirrafe de la semana pasada. A todos ellos les pidió, además, “contención, respeto y responsabilidad”, según las fuentes consultadas por esta agencia

No obstante, otras fuentes asistentes apuntaron que, ante algunos reproches que recibió por no haber llegado a expulsar a Toscano, Batet puso a sus críticos contra el muro de la libertad de expresión al preguntarles si querían que expulsara a cualquier orador que acusara a otro de mentir.

El portavoz del PSOE, Patxi López, explicó en su rueda de prensa posterior a la Junta que no se había aprobado nada concreto sino que se había hecho “una reflexión colectiva”, pese a que Unidas Podemos defendió públicamente un cambio en el Código Ético del Congreso para incluir comportamientos en el Hemiciclo como el de Toscano.

AUTOCONTROL

“Es más autocontrol que reformar códigos éticos”, contrastó, asegurando que, salvo Vox, que “vive en otro mundo”, los demás habían aceptado las reconvenciones de Batet, e incluso que todos tienden a ver “la paja en ojo ajeno” y no “la viga en el propio”. “A partir de ahí veremos cómo se comporta cada uno”, aventuró.

En el mismo sentido, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, que no estuvo personalmente en la Junta, valoró que “cada grupo parlamentario es suficientemente responsable y debe plantear internamente lo que considere”.

No obstante, López aprovechó para acusar a Vox de llevar a cabo “una estrategia que no es más que una llamada al enfrentamiento, para que aparezca un Trump, una Meloni, un Bolsonaro”, y para dictaminar que “en democracia todo tiene límites, incluida la libertad de expresión”, para que “no estemos regidos por la ley de la selva”.

Desde su punto de vista, la “agresividad verbal y gestual” de la semana pasada “no es de recibo en una cámara democrática” y tiene consecuencias, porque “cuando uno transmite una barbaridad tras otra, algunos de sus seguidores pueden llegar a algo más grave”. En esta línea, aseguró que la “campaña de señalamiento” que llevó a cabo el PP contra diputados socialistas que votaron a favor de la reforma de la sedición les ha supuesto recibir amenazas a ellos y sus familias.