LAS BASES IMPONIBLES SUPERIORES A 1,5 MILLONES SERAN LOS MAS BENEFICIADOS POR EL NUEVO IRPF
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Para hacer el estudio, el IEF ha comparado lo que deberían pagar a Hacienda en 1992 una muestra de 180.000 contribuyentes si se les aplica el nuevo impuesto de la renta frente alo que tributarían aplicando la normativa actual.
De acuerdo con el estudio, del total de contribuyentes, el 80 por ciento con las bases imponibles más altas verán reducido su tipo efectivo medio a pagar a Hacienda, mientras que el 20 por cien restante, con rentas más bajas, el tipo aumenta con la nueva ley (del 0 al 0,4 por ciento para bases imponibles medias de 339.184 mpesetas y del 0,9 al 1,5 por ciento para bases de 791.710 pesetas).
El informe indica también que el 90 por ciento de los contibuyentes pagarán un tipo efectivo medio a Hacienda inferior al 15 por cien, frente al 16,1 por ciento que correspondería a la ley actual de renta.
El 10 por ciento de contribuyentes con una base imponible mayor (una media de 6.678.000 pesetas) tendrán un tipo efectivo del 22,4 por cien con la nueva lay, 1,5 puntos menos que si se le aplicará la ley vigente.
Los contribuyentes con una base imponible media de 2,117 millones serán los más beneficados, ya que pagarán tipo efectivo medio del 10,4 porciento en 1992, frente al 12,3 por cien que le correspondería abonar al fisco sin la reforma, lo que supone un descenso del 1,9 por ciento.
A partir de unos ingresos medios de 2,551 millones de pesetas, los tipos efectivos medios que exigirá Hacienda registran descensos inferiores al 1,9 por ciento.
Por su parte, las bases imponibles inferiores a 1,515 millones, con un tipo máximo del 7 por cien, son las menos favorecidas, porque el gravamen que sufren se rebaja menos de un 1,4 por cien según loscasos.
TRABAJADORES ASALARIADOS
En cuanto a los trabajadores asalariados, el 100 por cien ven reducidos el tipo efectivo que deben pagar a Hacienda. Las caídas oscilan entre el 0,6 por ciento para los trabajadores con una base imponible media de 1,055 millones, hasta el 2,1 por cien para los que cobran una media de 2,233 millones de pesetas, que son los más favorecidos.
No ocurre lo mismo con los no asaliarados (pequeños empresarios, agricultores y profesionales), entre los que el tipo efectivomedio que deben pagar las bases imponibles más bajas aumenta, mientras que los que las tienen más altas desciende.
Los últimos datos de Hacienda referidos al año 1989 revelan que el 90 por ciento de los empresarios declararon unos beneficios inferiores a 2 millones de pesetas, mientras que la renta media declarada al fisco fue de 1,018 millones de pesetas.
En el caso de los agricultores, los ingresos comunicados a Hacienda fueron de 351.000 pesetas.
Según explicó Lasheras, el 60 por cien de os no asalariados con una base imponible menor ven que el tipo medio que tienen que pagar a Hacienda aumenta con la nueva ley, mientras el 40 por ciento restante, con rentas más elevadas, pagan menos, aunque el tipo efectivo medio en este caso es menor que en las rentas del trabajo.
Los más perjudicados son los no asalariados que tienen una base imponible media de 754.546 pesetas, para los que el tipo a pagar pasa del 0,6 al 2,2 por ciento. El mayor descenso del tipo a pagar corresponde a los contribuentes con una base imponible media de 8,954 millones de pesetas.
Lasheras dijo que el estudio de su departamento demuestra que la reforma del IRPF ha tenido especial cuidado en tratar mejor a las rentas del trabajo que a las del capital, y que la progresividad del impuesto ha disminuido.
(SERVIMEDIA)
09 Jul 1991
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