Barrionuevo alega que esas filtraciones están produciendo gravísimos perjuicios porque los medios de comunicación le presentan como presunto inculado en un proceso que "debe ser secreto y que se han convertido en una inquisición pública".

La presencia del ex ministro como acusación particular en esas diligencias le permitirá solicitar pruebas que faciliten la identificación de los culpables del delito de revelación del secreto sumarial.

No obstante, Barrionuevo señala como "sorprendente" el hecho de que sea el propio juez Garzón el que investigue lo ocurrido en un sumario tramitado por él, "olvidándose del principio de que nadie es buen juz de su propia causa".

Por otra parte, el Juzgado Central número 5 ha notificado hoy al ex ministro un auto en el que el juez Garzón le deniega el derecho a declarar en el sumario que instruye sobre la detención ilegal del empresario vasco Segundo Marey.

Según el texto del juez, Barrionuevo no es parte en esas actuaciones judiciales y es una idea equivocada que al ex ministro se le impute la comisión de delitos y se produzca su indefensión.

Contra este auto que deniega por segunda vez a Barronuevo la posibilidad de declarar en el sumario del caso Gal solo cabe acudir al amparo ante el Tribunal Constitucional, alegando violación de sus derechos fundamentales.